El gobierno de Donald Trump ha suspendido indefinidamente las redadas migratorias en centros de trabajo clave como plantas agrícolas, empacadoras de carne, hoteles y restaurantes, según una directiva interna revelada este sábado por The New York Times.
La medida, confirmada por el Departamento de Seguridad Interna (DHS), busca mitigar el impacto económico de las deportaciones masivas en industrias que dependen en gran parte de trabajadores migrantes.
“A partir de hoy, por favor, detengan todas las investigaciones y operaciones de cumplimiento en lugares de trabajo del sector agrícola (incluida la acuicultura y las plantas de procesamiento de carne), restaurantes y hoteles en operación”, escribió Tatum King, alto funcionario del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), en una directiva enviada a líderes regionales de la agencia, según reportó el diario neoyorquino.
El DHS confirmó la autenticidad del documento y subrayó su alineación con las prioridades del presidente Trump: “Seguiremos la dirección del presidente y continuaremos trabajando para sacar de las calles a los peores criminales inmigrantes ilegales”, señaló un portavoz.
Giro pragmático ante presiones económicas
La decisión marca un giro estratégico en la política migratoria del mandatario republicano, que ha intensificado redadas y deportaciones desde su regreso al poder en enero.
Según analistas, la pausa en los operativos responde a presiones del propio sector agrícola y hotelero, que han advertido sobre la fragilidad de sus cadenas de producción y servicio si se mantiene la persecución de empleados indocumentados.
Trump había adelantado esta semana que planea emitir una orden ejecutiva para proteger ciertas industrias esenciales del impacto de su ofensiva migratoria. “Sabemos que necesitamos a esta gente. Vamos a encontrar la forma de proteger a los que trabajan duro”, dijo durante un acto de campaña en Iowa, un estado clave para la producción agroindustrial.
Organizaciones agrícolas expresaron alivio ante la suspensión. “Es un paso en la dirección correcta. La agricultura estadounidense simplemente no funciona sin trabajadores migrantes”, señaló un portavoz de la Asociación Nacional de Productores de Frutas y Verduras.
Críticas desde ambos bandos
La medida, sin embargo, ha generado reacciones divididas incluso dentro del propio campo republicano. Grupos de línea dura acusan al presidente de retroceder en su promesa de aplicar una política de “tolerancia cero” hacia la inmigración ilegal. En redes sociales, varios simpatizantes de Trump expresaron su desconcierto por lo que ven como una “amnistía encubierta”.
En contraste, organizaciones defensoras de migrantes consideraron la decisión como insuficiente. “Suspender las redadas no significa detener el miedo, ni eliminar la criminalización de quienes mantienen a flote el país con su trabajo”, declaró María Torres, portavoz del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes.