
Rusia cometió la madrugada de este martes una nueva masacre en Ucrania, con el resultado de dos muertos en Odesa y otros trece en Kiev, en una de las peores masacres en la capital en meses.
El ataque, realizado en su mayoría con drones iraníes Shahed, ocurrió mientras se desarrolla en la provincia canadiense de Alberta una cumbre del G7 en la que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que participa como invitado, tenía previsto reunirse con su homólogo estadounidense, Donald Trump, para tratar de convencerle personalmente de que deje de ponerse de lado del presidente ruso Vladímir Putin, sobre quien pesa una orden internacional de búsqueda y captura por crímenes de guerra, y fuerce al Kremlin a acabar con la guerra que él comenzó.
“Estos ataques son puro terrorismo. Y el mundo entero, Estados Unidos y Europa, deben responder por fin como una sociedad civilizada responde a los terroristas”, escribió en sus redes sociales Zelenski, que ha visto frustrados sus planes de reunirse con Trump después de que el presidente estadounidense se retirara antes de tiempo de la cumbre para ocuparse de la guerra entre Irán e Israel en Oriente Medio.
El presidente ucraniano explicó que su administración está en contacto con todos sus socios “a todos los niveles posibles” para que haya una respuesta “adecuada” a este nuevo ataque ruso contra la población civil, que, según el ministro de Exteriores de Kiev, Andrí Sibiga, no tiene otra intención que “hacer que los líderes del G7 parezcan débiles”.
Ninguna ayuda desde el regreso de Trump
Zelenski también tenía previsto abordar con Trump la posibilidad de que Ucrania compre a EU las defensas aéreas y otros tipos de armamento que Kiev necesita para proteger su territorio de ataques como el de anoche.
Trump, quien no oculta su admiración por el autócrata Putin no ha aprobado desde su llegada al poder ningún nuevo paquete de armamento para Ucrania, que sigue sin recibir respuesta a su oferta de pagar por las armas que bajo la presidencia del demócrata Joe Biden recibía de forma gratuita de EU.
El último gesto del mandatario republicano hacia el dictador ruso fue culpar al expresidente Barack Obama, y al exprimer ministro canadiense, Justin Trudeau, de haberlo castigado por anexionarse Crimea en 2014.
“El G7 solía ser el G8. Barack Obama y un tal Trudeau no querían que Rusia participara, y yo diría que fue un error, porque creo que no habría una guerra ahora mismo si Rusia participara”, dijo durante un encuentro con el primer ministro canadiense, Mark Carney, en el marco de la Cumbre del G7 en Canadá.
Cerca de 500 drones y misiles
Rusia empleó en su ataque de anoche contra el conjunto de Ucrania 440 drones y 32 misiles, entre ellos dos misiles hipersónicos Kinzhal, un misil antirradar Kh-31 y numerosos misiles de crucero.
Del total de misiles, 26 fueron interceptados por la Fuerza Aérea ucraniana, que también neutralizó 239 drones. Según el parte de este componente de las Fuerzas Armadas de Ucrania, se produjeron impactos directos en 10 emplazamientos. Los restos de los misiles y drones derribados cayeron sobre otras 34 localizaciones.
Uno de los impactos hizo colapsar por completo varios pisos en un bloque de viviendas situado en las inmediaciones de una zona industrial del oeste de la capital ucraniana.
Más de un centenar de personas han resultado heridas en los ocho distritos de Kiev afectados por el bombardeo.