
“Varios miles de zapadores militares y obreros” serán enviados a Rusia para ayudar en la reconstrucción de la región de Kursk, esto de acuerdo con el líder norcoreano Kim Jong-un.
Al término de una reunión entre Sergei Shoigu, Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, y el líder supremo norcoreano, el ruso aseguró que “cinco mil personas, agrupadas en una división de obreros, se encargarán de la reconstrucción de la región de Kursk (…), además de mil zapadores (ingenieros de combate)”.
Rusia elogió la “ayuda fraternal” del pueblo de Corea del Norte al asistir a los combatientes rusos luego de que ambas naciones hicieran efectiva una cláusula de asistencia mutua en caso de agresión, marco legal que posibilitó el despliegue de tropas norcoreanas en territorio de la Federación Rusa luego de que una ofensiva ucraniana se hiciera con el control parcial de una parte de Kursk entre agosto de 2024 y la primavera boreal de 2025. De acuerdo con Vladimir Putin, el nuevo envío por parte del régimen juche de personal militar y trabajadores a suelo ruso se esgrime como un refuerzo a la relación entre ambos países.
El trabajo de los norcoreanos en Kursk incluirá la construcción conjunta de un memorial y un museo para rendir homenaje a los soldados de Corea del Norte que perecieron durante los esfuerzos por liberar la región de los ocupantes ucranianos.
Shoigu manifestó que el Acuerdo de Asociación Estratégica ha representado un “potente impulso” a las relaciones bilaterales.
Si bien el gobierno ruso reconoció que contingentes de soldados norcoreanos participaron de forma activa en los combates contra las fuerzas ucranianas, Moscú no ha precisado el número de combatientes involucrados, fuentes occidentales afirman que Pyonyang envío a Rusia más de 10 mil efectivos militares, miles de los cuales habrían muerto en Kursk.