
Un misil lanzado por Irán impactó la madrugada del jueves el Hospital Soroka, en la ciudad israelí de Beersheba, dejando un saldo de 40 heridos y provocando daños severos en una de las instalaciones médicas más importantes del sur del país.
Aunque el edificio principal había sido evacuado previamente por protocolo de guerra, pacientes y personal de salud en zonas cercanas sufrieron cortes por cristales rotos y contusiones por la onda expansiva.
El Ministerio de Salud israelí calificó el hecho como “una violación flagrante del derecho internacional”, mientras que el primer ministro Benjamín Netanyahu aseguró que “Israel hará pagar el precio completo a Teherán”.
El ataque, considerado uno de los más intensos de la última semana, también alcanzó zonas residenciales en Holon y Ramat Gan, en el área metropolitana de Tel Aviv, donde al menos seis personas resultaron gravemente heridas.
La respuesta israelí no se hizo esperar. Minutos después del impacto, aviones de combate bombardearon puntos estratégicos en Teherán, mientras el gobierno emitía órdenes de evacuación preventiva en diversas ciudades.
El ministro de Defensa, Israel Katz, confirmó que instruyó al ejército a “intensificar los ataques contra blancos estratégicos e infraestructuras gubernamentales en Irán”.
THIS IS SOROKA HOSPITAL,
— Muhammad Smiry 🇵🇸 (@MuhammadSmiry) June 19, 2025
ISRAEL WILL CRY NOW AND SAY THAT IRAN BOMBED HOSPITALS
AND ACT LIKE THEY HAVEN’T BOMBED ALL GAZA HOSPITALS AND SCHOOLS pic.twitter.com/46ovkwHNPq
Trump manda “ultimátum definitivo”
En Washington, el presidente Donald Trump aseguró haber enviado un “ultimátum definitivo” al liderazgo iraní para desmantelar su programa nuclear, pero evitó confirmar si las tropas estadounidenses intervendrán directamente en el conflicto.
“Aún no he tomado una decisión final”, dijo, aunque funcionarios de alto nivel han confirmado a medios como Bloomberg que ya se están preparando operativos conjuntos con Israel “en los próximos días”, incluyendo este mismo fin de semana.
Fuentes del gobierno israelí citadas por el Canal 12 afirman que es cuestión de tiempo para que las fuerzas estadounidenses entren en acción. Según esta versión, Trump ha sostenido conversaciones directas con Netanyahu y compartido inteligencia clave que permitiría una intervención coordinada. No obstante, voceros del Pentágono señalan que “la logística aún no está completa”.
En paralelo, el líder supremo iraní, Alí Jameneí, declaró que su país no se rendirá “ni ante amenazas ni ante agresiones”, reafirmando la disposición de Irán a mantener el pulso militar contra Israel.
Guerra en escalada
El ataque al hospital Soroka ha elevado de forma drástica el nivel de alarma internacional, al tratarse de un blanco civil de alto perfil. Irán sostiene que apuntaba a “sedes militares y de inteligencia” ubicadas en las inmediaciones, pero las autoridades israelíes lo consideran un ataque deliberado contra infraestructura humanitaria. Las imágenes del centro médico con ventanas destrozadas y pacientes evacuados han recorrido el mundo y acentuado las presiones sobre Washington para definir una postura.
“Teherán ha cruzado una línea roja”, declaró el asesor de seguridad nacional de Israel, Tzachi Hanegbi. Mientras tanto, fuerzas de defensa aérea continúan interceptando nuevos proyectiles que provienen del norte, posiblemente desde posiciones de Hezbolá en Líbano, lo que extiende el conflicto en varios frentes.
Analistas consultados por medios internacionales advierten que el enfrentamiento directo entre Israel e Irán ha dejado de ser una posibilidad teórica y que el rol de EU, hasta ahora ambiguo, podría definir el rumbo de una guerra regional de gran escala.
El Congreso estadounidense permanece dividido: mientras los demócratas piden contención y consultas multilaterales, sectores republicanos impulsan un respaldo militar inmediato a Israel.