
Una mayoría de ciudadanos en EU rechaza una acción militar contra Irán, incluso en medio de la escalada de tensiones entre ambos países y el creciente protagonismo del presidente Donald Trump en el conflicto.
Un sondeo nacional realizado el 18 de junio entre 1 008 adultos estadounidenses por The Washington Post muestra que solo una cuarta parte del país (25 %) apoya que se lancen ataques aéreos sobre territorio iraní, mientras que el 45 % se opone abiertamente. Un 30 % permanece indeciso, según los resultados del estudio.
El rechazo supera al respaldo por 20 puntos porcentuales, un margen significativo que sugiere una falta de respaldo popular a la posibilidad de un nuevo conflicto bélico bajo el mando del actual presidente.
What do Americans think about the possibility of launching U.S. airstrikes against Iran, which President Donald Trump threatened this week? The Post texted more than 1,000 people on Wednesday to ask. This is how they responded.https://t.co/mmJMNngvQk
— The Washington Post (@washingtonpost) June 19, 2025
Polarización partidista
El desglose partidista arroja resultados previsibles en algunos casos, pero también matices relevantes. Entre los demócratas, aproximadamente dos tercios rechazan el uso de la fuerza, mientras que el apoyo es marginal.
Entre los independientes, la oposición a una intervención militar supera al respaldo por una proporción de dos a uno, reflejando el peso de la opinión moderada o escéptica frente a una nueva guerra en Medio Oriente.
Más sorprendente es la opinión entre los republicanos, donde el 47 % está a favor de un ataque, pero una cuarta parte de los votantes conservadores también expresa rechazo, y el 29 % no tiene una postura definida.
Esta división interna refleja un grado de incertidumbre incluso entre las bases del partido gobernante, especialmente ante los riesgos de una escalada militar a gran escala.
Entre los votantes que se identifican como seguidores leales de Trump, el 46 % apoya una intervención militar, pero un 26 % se opone y un 28 % se mantiene indeciso. La falta de consenso incluso entre los simpatizantes del presidente evidencia el carácter divisivo del tema, más allá de las líneas partidistas tradicionales.
Alta preocupación
Más allá de las cifras sobre apoyo o rechazo, el dato más consistente en la encuesta es el miedo. Un 40 % de los encuestados se declara “muy preocupado” por la posibilidad de que un ataque estadounidense a Irán desemboque en una guerra total, mientras que otro 40 % dice estar “algo preocupado”.
Solo el 19 % se muestra poco o nada preocupado ante ese escenario. Es decir, ocho de cada diez estadounidenses temen una escalada militar si se concreta una ofensiva.
Este temor generalizado limita el margen político del presidente Trump, quien en días recientes ha amenazado con represalias contra Teherán tras los ataques iraníes a infraestructura israelí, pero aún no ha tomado una decisión definitiva sobre una intervención directa.
El dilema de Trump
La postura de la opinión pública llega en un momento delicado para la Casa Blanca. Sobretodo a raíz del ataque iraní de este jueves contra un hospital en Beersheba.
Aunque Trump ha endurecido su retórica contra Irán, y ha sostenido conversaciones directas con el gobierno israelí sobre una posible operación conjunta, la falta de entusiasmo interno representa un obstáculo político importante.
El presidente ha sugerido que Irán debe “enfrentar consecuencias” si continúa con sus agresiones regionales, pero la presión internacional y doméstica lo mantiene en una posición ambigua.
Decisión en puerta
Este mismo jueves la Casa Blanca anunció que Trump tomará una decisión sobre “si ir o no a Irán en las próximas dos semanas”, según la secretaria de prensa Karoline Leavitt.
“Basándome en el hecho de que existe una posibilidad sustancial de que se lleven a cabo negociaciones con Irán en el futuro cercano, tomaré mi decisión sobre si ir o no en las próximas dos semanas”, expresó Leavitt, citando directamente a Trump.
Leavitt incidió en que “nadie debería sorprenderse” respecto al planteamiento de Trump de que Irán “no debería tener un arma nuclear”, una posición que ha defendido “no solo como presidente sino también como un ciudadano”.
“En 2011, dijo que el objetivo principal de EE.UU. en Irán debería ser destruir sus ambiciones nucleares. En 2015 dijo que Irán suponía una amenaza para Israel, los aliados de Oriente Medio y EU”, recordó.
En los últimos días, medios estadounidenses informaron de que Trump ha aprobado supuestos planes para atacar a Irán pero aún no ha tomado una decisión final.
De acuerdo a CBS, que cita a una fuente de inteligencia de alto nivel y a un funcionario del Departamento de Defensa, el mandatario ha dado el visto bueno a unirse formalmente a la campaña aérea de Israel.