Los Dodgers de Los Ángeles anunciaron la donación de 1 mdd para ayudar a las familias inmigrantes afectadas por las redadas migratorias en el sur de California, luego de dos semanas de operativos que han sembrado temor en diversas comunidades de la región.
En un comunicado oficial, la organización indicó que formará alianzas con la California Community Foundation, la Federación del Trabajo del Condado de Los Ángeles y otras agrupaciones locales para continuar brindando apoyo a quienes han sido directamente impactados.
“Lo que está ocurriendo en Los Ángeles ha repercutido en miles y miles de personas”, expresó Stan Kasten, presidente del equipo. “Hemos escuchado el llamado para asumir un papel de liderazgo, y creemos que al comprometernos con recursos y acción concreta, continuaremos apoyando y fortaleciendo a las comunidades del Gran Los Ángeles”.
Una postura sin confrontación
La declaración del equipo fue cuidadosamente redactada y evitó cualquier término que pudiera interpretarse como un rechazo frontal a la política federal. Se limitaron a señalar que el fondo está destinado “a familias de inmigrantes afectadas por los recientes eventos en la región”, sin mencionar directamente al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
A pesar del tono diplomático, la decisión fue recibida con aprobación por parte de figuras del béisbol y representantes políticos locales. “Estoy feliz de saber que los Dodgers han hecho esto”, dijo el mánager Dave Roberts antes del partido contra los Nacionales de Washington. “Es lo correcto”.
El gesto se produce tras un incidente ocurrido el jueves, cuando decenas de agentes federales con los rostros cubiertos se reunieron en un lote cercano a la puerta E del Dodger Stadium. Tras la llegada de manifestantes con carteles contra ICE, los agentes abandonaron el lugar por orden del club, que les pidió retirarse del área.
Voces del equipo alzan la voz
Algunos jugadores y figuras históricas del club han sido más explícitos. Kiké Hernández, originario de Puerto Rico, condenó abiertamente las redadas en redes sociales. “Esta ciudad me adoptó como uno de los suyos”, escribió. “No puedo quedarme callado mientras nuestra comunidad es violada, perfilada, abusada y desgarrada. TODAS las personas merecen ser tratadas con respeto, dignidad y derechos humanos”.
También se pronunció el legendario cronista Jaime Jarrín, miembro del Salón de la Fama y voz icónica en español de los Dodgers durante más de seis décadas: “Como inmigrante que llegó hace 70 años, sé lo que implica construir una nueva vida en una nueva tierra”, dijo. “La inmigración no solo es parte de la historia estadounidense, es la historia estadounidense”.
“Los Ángeles es mi hogar. Esta ciudad es mi familia”, agregó. “Y me rompe el corazón ver la creciente división en nuestra comunidad y en todo el país”.
Autoridades y fanáticos exigen más
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, agradeció públicamente a la organización por la acción concreta. “Quiero agradecer a los Dodgers por liderar con esta decisión para apoyar a la comunidad inmigrante”, expresó en el comunicado del equipo. “Las últimas semanas han sembrado miedo y afectado nuestra economía. Mi mensaje es claro: no nos daremos la espalda. Esa es la esencia de esta gran ciudad”.
Sin embargo, tanto aficionados como legisladores locales han presionado a los Dodgers para que tomen una postura más firme frente a las redadas. El congresista Jimmy Gomez, quien representa un distrito angelino, fue directo: “En una ciudad donde el 36% de los residentes son inmigrantes y casi el 40% de la base de fans del equipo es latina, guardar silencio no es solo decepcionante: es una traición y un insulto. El silencio es una elección”.
Otros equipos deportivos de la ciudad, como LAFC y Angel City FC, ya habían manifestado su apoyo a la comunidad migrante.
En este contexto, la histórica franquicia de béisbol da un paso significativo con recursos, aunque aún se espera que refuerce su mensaje con claridad frente a una política que ha provocado el temor de miles en el corazón de Los Ángeles (con información de The Guardian).