
Afganistán enfrenta una nueva crisis humanitaria con el regreso masivo de miles de personas refugiadas que estaban viviendo en Irán. Según datos recientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) , solo durante el mes de junio más de 256 mil afganos regresaron a su país, muchos de ellos sin pertenencias y en condiciones difíciles.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Cruz Roja alertaron que este aumento está relacionado con la presión ejercida por el gobierno iraní, que puso como fecha límite para que todos los afganos sin papeles abandonaran el país. Irán alberga actualmente a más de 3.5 millones de refugiados, la mayoría de origen afgano.
Amy Pope, directora general de la OIM, dijo en un comunicado que esta situación ha puesto bajo mucha presión a la ya frágil red de ayuda en Afganistán. “Las personas llegan solo con la ropa que llevan puesta, cansadas, con hambre y necesidad de atención médica urgente”, afirmó.
Desde enero, la OIM ha contabilizado unos 900 mil retornos desde Irán y Pakistán, lo cual, según advierten, supera por mucho la capacidad de respuesta del gobierno afgano y de las comunidades que intentan brindar apoyo.
La agencia de la ONU también destacó que los retornos deben hacerse de forma segura y voluntaria, respetando la dignidad de las personas. “Si no se cuenta con coordinación entre países ni apoyo económico internacional, esto puede desestabilizar aún más a la región”, concluyó Pope.
Por su parte, la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja también expresó su preocupación por la gran cantidad de personas cruzando por puntos fronterizos como Islam Qala, en el oeste de Afganistán, donde ya han ingresado más de 800 mil personas desde enero.
Ante las altas temperaturas, la falta de recursos y la dificultad de las comunidades para recibir a tantas personas, la Cruz Roja pidió ayuda urgente para poder atender sus necesidades.