
Israel Katz, ministro de defensa del Estado de Israel, compareció ante la prensa para anunciar que ha dado instrucciones al ejército para que elabor un plan para reubicar, en una nueva “ciudad humanitaria”, sobre las ruinas de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, a toda la población gazatí.
De acuerdo con el ministro, la nueva zona humanitaria albergaría a 600,000 palestinos que “malviven” en la zona costera de Mawasi, cerca de la ciudad de Rafah. Se trata de población que, en su mayoría, ha llegado a la zona tras ser desplazada forzadamente por las Fuerzas de Defensa de Israel desde el centro y norte del enclave palestino.
Katz lanza el dardo al tiempo que Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, y Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, abordan el tema de un alto al fuego en Gaza en la Casa Blanca, en Washington DC. Según el ministro de defensa, la construcción del emplazamiento humanitario, comenzaría durante la “posbible tregua”.
Al otro lado del atlántico, durante la reunión entre Trump y Netanyahu en Washington, el primer ministro israelí aseveró que está “muy cerca de encontrar varios países” dispuestos a acoger a palestinos que deseen abandonar la Franja de Gaza, a lo que el mandatario estadounidense respondió en consonancia al afirmar que “si la gente quiere quedarse, puede quedarse, pero si quiere irse, debe poder hacerlo”; Netanyahu manifestó que aspira a trabajar de forma muy cercana con Estados Unidos en la cruzada por hallar naciones que hagan realidad lo que “lo que siempre dicen (…), dar a los palestinos un futuro mejor”.
El encuentro entre el mandatario israelí y su homólogo estadounidense se desarrolla en paralelo con las negociaciones entre las delegaciones de Hamás e Israel en Qatar, pláticas que versan sobre la posibilidad de materializar una tregua en Gaza y liberar a los rehenes restantes en poder del grupo islamista. A propósito de este tema, ninguno de los mandatarios reveló adelantos; “No creo que haya ningún obstáculo (para la tregua). Creo que las cosas van muy bien”, sentenció Trump.
La propuesta estadounidense entorno a un alto al fuego con Hamás fue ideada por el enviado especial de EU para Medio Oriente, Steve Witkoff; el docuemento contempla una tregua de 60 días en la ofensiva de Israel sobre Gaza, durante la cual se esperaría que Hamás libere a 10 rehenes vivos y devuelva los restos de 18 más que han fallecido en cautiverio, esto a cambio de recibir a varios prisioneros palestinos resguardados en cárceles israelíes. Asimismo, durante la tregua Israel y Hamás deberían negociar los términos para un final definitivo del conflicto, situación que se dificulta ante las declaraciones israelíes sobre que el fin de la guerra debe incluir la “desaparición de Hamás”, mientras que los islamistas exigen el completo retiro de las FDI de la Franja de Gaza.
Adicionalmente, durante la velada en Washington, Benjamín Netanyahu anunció que ha nominado al presidente estadounidense al Premio Nobel de la Paz, una presea que el mismo Trump ha declarado merecer por su mediación en conflictos como el de Irán e Israel, India y Pakistán, Rusia-Ucrania, o el que la República Democrática del Congo mantiene con Ruanda; Netanyahu entregó al presidente una copia de la carta que envió a Oslo solicitando la nominación al Comité. “Viniendo de ti, es muy significativo”, correspondió Trump.