
El secretario general de la ONU, António Guterres, denunció este martes que la situación en Gaza ha alcanzado una “catástrofe humanitaria de proporciones épicas”, respaldando las alarmas lanzadas por varias agencias de Naciones Unidas sobre una creciente crisis de hambruna en el enclave.
“Esto no es una advertencia, es una realidad que se desarrolla ante nuestros ojos”, afirmó Guterres en un comunicado, al referirse al deterioro en las condiciones de vida de la población palestina.
Según las agencias de la ONU, uno de cada tres gazatíes pasa varios días sin comer y los indicadores nutricionales han llegado a niveles críticos desde que comenzó el conflicto. Las organizaciones también alertaron que se está agotando el margen para montar una respuesta humanitaria a gran escala.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha negado públicamente que exista una hambruna en Gaza.
Sin embargo, Farhan Haq, portavoz adjunto de Guterres, reiteró que la ONU cuenta con datos suficientes para sustentar su evaluación, los cuales coinciden con los testimonios del personal sobre el terreno.
Durante una conferencia de prensa, Ross Smith, director de emergencias del Programa Mundial de Alimentos (PMA), afirmó que, aunque se agradecen las “pausas humanitarias” anunciadas por Israel, la ayuda que se logra introducir es insuficiente. Desde el domingo, el PMA sólo ha podido trasladar cerca de la mitad de lo que ha solicitado.
Smith también denunció que las multitudes hambrientas que rodean los convoyes humanitarios son frecuentemente dispersadas por parte de las fuerzas israelíes. En ese sentido, urgió a reactivar las cocinas comunitarias para evitar aglomeraciones y ofrecer un apoyo básico a las familias.
El representante del PMA confirmó además que han recibido algo de combustible y suministros esenciales para su personal, aunque señaló que la situación sigue siendo extremadamente precaria.
(Con información de EFE)