
Diecisiete naciones signaron un documento, ante el pleno de las Naciones Unidas, en el que exigen al movimiento islamista Hamás deponer las armas y colaborar en la resolución pacífica, y por la vía política, del conflicto sobre la Franja de Gaza.
Las representaciones de Francia, Reino Unido, España y Brasil, incluidas entre las firmantes, esgrimieron como elemento fundamental de la declaración conjunta el que Hamás ponga fin a su dominio sobre la Franja de Gaza y entregue sus armas a la Autoridad Palestina vía mediación internacional. El conglomerado de naciones también abogó por que se trabaje en el impulso a la solución de los dos Estados y por el establecimiento de un Gobierno de la Autoridad Palestina en el territorio hoy sitiado por el Estado de Israel.
Otras entidades que también vertieron declaraciones en el documento, como la Unión Europea y la Liga Árabe, condenaron los ataques transfronterizos del 7 de octubre de 2023, lanzados por Hamás, e instaron a la organización al desarme total.
La firma de la declaración se desarrolló en el marco de la Conferencia Internacional para la solución de los dos Estados en Oriente Medio, cumbre a desarrollarse hasta jueves en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York.
En la primera fecha de la cumbre, el pasado lunes, el primer ministro de Palestina, Mohamed Mustafa, exigió a Hamás renunciar al control del territorio palestino y deponer las armas ante su investidura y la de la Autoridad Palestina. Explicó que las 17 naciones mencionadas en la declaración apoyan el establecimiento de una misión internacional de estabilización temporal bajo la dirección de las Naciones Unidas y la Autoridad Palestina.
El documento apuesta por un alto al fuego y la creación de un comité administrativo de transición que opere en Gaza, bajo el amparo de la misma autoridad nacional de Palestina, y que comprometa a los países entintados a destinar ayuda política y económica al enclave.
Tras la advertencia lanzada por diversas agencias de la ONU, en torno a que Gaza enfrenta la inminente hambruna, los países y bloques contenidos en el texto adujeron que el derecho palestino a la autodeterminación debe ser respetado, al tiempo que resaltaron las “graves consecuencias para la paz y la seguridad regional e internacionales” que acarrearía el prolongar el conflicto en Oriente Próximo.
Asimismo, la cumbre multinacional denunció el “asedio y hambruna” que padece la población gazatí a manos del Estado de Israel y acusaron a esta nación, y a Hamás, de provocar “una crisis humanitaria devastadora” en la que, a decir de la ONU, “más de uno de cada tres habitantes pasa días sin comer a medida que el resto de indicadores de nutrición han alcanzado sus peores niveles desde que inició el conflicto”.