
El presidente de Argentina, el ultraderechista Javier Milei, se juega su futuro este domingo en las urnas, de las que saldrá el nuevo Congreso y de las que espera lograr la mayoría necesaria para sacar adelante su programa ultraliberal de recortes sociales, que tanto gusta a Donald Trump y por el que ha apostado 20 mil millones de dólares.
Unas 35.9 millones de personas están llamadas a acudir este domingo a las urnas para elegir 24 senadores nacionales -un tercio de la Cámara Alta-, en representación de la capital argentina y de las provincias de Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
Los ciudadanos votan también para elegir a 127 diputados nacionales -la mitad de la Cámara Baja- de los 24 distritos del país.
La elección se celebra en un escenario de alta polarización entre la fuerza de ultraderecha La Libertad Avanza, que lidera Milei, y el frente peronista izquierdista Fuerza Patria, sin que los sondeos realizados antes de los comicios sean unánimes con respecto a cuál de las dos fuerzas resultará la más votada este domingo.
En medio de un fuerte operativo de seguridad, Milei emitió su voto en la sede de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) en el barrio capitalino de Almagro. De buen semblante y acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el mandatario emitió su voto y posó para los medios, antes de retirarse, sin dar declaraciones a la prensa.
Estos comicios son el primer test electoral a nivel nacional que enfrenta Milei desde su llegada a la Presidencia argentina, a finales de 2023, cuando puso en marcha un drástico plan de ajuste fiscal y varias reformas orientadas a la desregulación económica.
¿Llegó el momento Kicillof?
Los duros recortes de Milei y su desprecio por la población se concretó en una derrota del oficialismo en las elecciones de la provincia de Buenos Aires (40% de la población) del 13 de agosto de 2023, y un resurgimiento del peronismo, pero no gracias al tirón de la expresidenta Cristina Fernández, en arresto domiciliario tras ser condenada por corrupción, sino por el gobernador de la provincia, Axel Kicillof. De confirmar su buen momento a nivel nacional, se convertiría automáticamente en favorito para arrebatar a Milei la presidencia, dentro de dos años.
El oficialismo, minoritario en ambas cámaras del Congreso, busca aumentar su peso parlamentario para poder sacar adelante reformas en materia laboral y tributaria.
“En sus más de 200 años de historia, Argentina nunca estuvo tan subordinada y tan alineada política y económicamente con EE UU como hoy”, comentó a El País el historiador Leandro Morgenfeld, profesor e investigador de la UBA y el Conicet.
Para Milei, el apoyo de Trump es la última apuesta por intentar estabilizar la economía, después de que no alcanzara el préstamo otorgado en abril por el Fondo Monetario Internacional (FMI), también por 20 mil millones de dólares. Cuando el peso amenazaba con desbarrancarse y la falta de dólares en el Banco Central presagiaba una nueva cesación de pagos, la mano generosa de Trump ofreció a Argentina un swap (intercambio de monedas) y un crédito financiado por fondos privados por un total de 40,000 millones. Como eso no fue suficiente para aplacar el temor de los mercados, el Tesoro de EE UU compró pesos para sostener la moneda, una estrategia con pocos precedentes históricos.
Detrás de la explicación de la arriesgada apuesta de Trump, muy criticada por analistas y los demócratas, está su apuesta para que toda la región se sume a su ideología ultraderechista y a la destrucción de la izquierda.