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Los jóvenes cadetes, en esta segunda entrega del reportaje sobre la Guardia Nacional, hablan de lo que desean en el futuro. Se muestran disciplinados, pero también joviales, entusiastas, conscientes de lo que representan de cara a esa difícil labor que es la seguridad pública

“Eventualmente nos vamos a ganar la confianza de todo el pueblo, estoy totalmente seguro”

Guardia Nacional, formación (Adrián Contreras)

El Heroico Colegio Militar ofrece dos licenciaturas: Administración Militar para quienes serán oficiales del Ejército Mexicano; la segunda es la de Seguridad Pública (creada en el 2019) que forma a los oficiales que serán parte de la Guardia Nacional. Hay un tronco común de seis meses, pero después el adiestramiento es totalmente distinto para cada grupo.

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En el Colegio, de instalaciones características, parecidas a edificaciones prehispánicas, cada detalle tiene una razón de ser y un significado. Muchos cadetes de la Guardia llegaron hasta aquí por convicción, algunos por seguir los pasos de familiares, otros porque vieron anuncios en redes sociales.

Laura, Andrés, Carla y Javier (entre 21 y 23 años) son jóvenes de personalidad muy peculiar, son extrovertidos y eso se nota de inmediato. Viven bajo la disciplina del H. Colegio Militar y así seguirán hasta que sean, ya graduados, guardias nacionales, pero eso no les impide divertirse. Su alegría es evidente.

Ellos aseguran que en el H. Colegio Militar se han transformado, en lo físico, en lo profesional y en lo personal. En un principio, relatan, no fue fácil asimilar la disciplina, pero con el tiempo se acostumbraron a ella y sus horarios. “Las personas que están en la Guardia Nacional abren por completo su mente”, resume Laura convencida.

Diariamente en punto de las 12:00 horas, cuando se convoca un toque de corneta, todos sin excepción alguna, detienen las actividades que se encuentran realizando, descubren sus cabezas, se ponen en posición de firmes y guardan un minuto de silencio en honor a los Niños Heroes.

Para los cadetes, el día empieza a las 05:00 y termina a las 21:00 horas; inician con honores a la bandera, sus clases en aula son de 07:00 a 12:50, después realizan actividades físicas y tienen las últimas dos horas del día libres para realizar tareas. Su formación académica incluye inglés y francés.

Utilizan seis diferentes uniformes para sus actividades, cada uno de ellos cuenta con distintivos especiales. “La gran gala, la gala, la doble botonadura, el beige, el pixelado y nuestro pants”, enumera Andrés, “el uniforme beige es el que se utiliza para las academias (clases en aulas) y el pixelado es para actividades de adiestramiento”.

Los cadetes permanecen en el plantel de lunes a sábado, los jueves pueden recibir visitas y el domingo es día libre.

Cuando se les pregunta sobre qué deben pensar los ciudadanos de la Guardia Nacional, los jóvenes reflexionan y disparan:

“Que le den una oportunidad a la Guardia”, pide Javier, “somos gente capaz que se está preparando para servir al país de la forma en la que se tiene que servir. Eventualmente nos vamos a ganar la confianza de todo el pueblo, de esto estoy totalmente seguro”.

Para este muchacho que se prepara para ser oficial de la Guardia Nacional, la empatía, “la que tiene que ser, a la altura de la ciudadanía”, es parte esencial de su formación.

“Estamos para ayudarlos”, secunda Laura.

Los cadetes coinciden en que todos los que están en el Colegio dentro del curso de Seguridad Pública (Guardia Nacional). Más de un millar en este momento, están ahí por vocación, por amor a la patria y con un propósito: dar seguridad a la población.

Guardia Nacional, formación Javier y Laura

Destacaron la gran diferencia que hay entre ser parte de la Guardia Nacional y de las Fuerzas Armadas, que aunque se forman en la misma institución y comparten los mismos valores y algunas actividades, la GN tiene materias y adiestramiento muy diferentes.

“Llevamos materias muy diferentes a las de los cadetes que se forman en Administración Militar y aunque coexistimos y compartimos muchos espacios y actividades con los cadetes del Ejército Mexicano, nosotros estamos especializados a la seguridad pública. Llevamos materias de proximidad social, derecho, reporte policial, son materias que nos permitirán vincularnos más con la ciudadanía al momento de ejercer”, comentó Javier.

“La profesionalización de la GN está cimentada en los valores que tiene el Heroico Colegio Militar a parte de la disciplina, valores que como seguridad pública tenemos que fomentar para darle una mayor seguridad a la población”, añadió Laura.

Guardia Nacional, formación (SUNNY QUINTERO)

Javier puntualizó que valores como la honradez, honestidad, valor, patriotismo se forjan en la institución, “los compartimos con nuestros compañeros del Ejercito Mexicano pero somos completamente diferentes en cuanto al adiestramiento”.

Los cadetes dieron a conocer que algunas de sus materias favoritas son: proximidad social, para tener mayor relación con la población; seguridad vial, criminalística y defensa personal, para estar preparados ante cualquier emergencia.

“A mí me gusta mucho proximidad social, el hecho de acercarte a la ciudadanía con la empatía, con la que tienes que acercarte como Guardia Nacional, es fundamental”, puntualizó Javier.

Decisión sobre ser parte de la GN

Javier era un joven que llevaba tres años estudiando Derecho, pero se dio cuenta que “no era la suyo” y a pesar de tener un padre militar decidió ingresar al H. Colegio Militar por convicción y no por imposición.

“Yo estaba estudiando una licenciatura afuera cuando empecé a investigar sobre la GN encontré mi vocación porque consideré que era una forma de servir a mi país, yo sentía el llamado de servirlo dentro de la GN. Tengo la fortuna de tener unos padres, una familia y unos hermanos maravillosos que siempre me han apoyado en todas las decisiones que he tomado y gracias a ellos es que estoy aquí”, reveló Javier.

“Mi padre es militar pero no tuvo nada que ver con la decisión que yo tomé; él en ningún momento me dijo que tenía que seguir un camino ni nada por el estilo, la prueba está en que yo llevaba tres años estudiando otra carrera. Fue por vocación que yo decidí entrar a servir en la Guardia Nacional a mi país”.

El caso de Laura fue totalmente distinto, ella encontró la convocatoria en Facebook, intentó ingresar como parte de un reto personal, incluso lo mantuvo en secreto, que reveló a su madre cuando fue elegida.

“Yo no sabía qué estudiar, sólo sabía que mi propósito era apoyar. Investigando y en redes sociales encontré información sobre el Heroico Colegio Militar y la Guardia Nacional. Yo no tengo familia militar pero fue un reto para mí y la verdad estoy muy orgullosa de pertenecer aquí. Al principio era un secreto porque quería probármelo a mí misma, cuando le conté a mi mamá no dudó en apoyarme”.

Para finalizar, aseguraron que el H. Colegio Militar ofrece muchas oportunidades para especializarse y crecer profesionalmente.

“Me gustaría seguir preparándome para cubrir los cuadros de mando de la Guardia Nacional en los niveles más altos”, dijo Javier. Laura reveló que su rumbo es distinto, “a mí me gustaría estar más apegada a la población y seguir con mis estudios”.

Guardia Nacional, formación (SUNNY QUINTERO)

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