Durante su visita a Xochitepec, Morelos, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo abordó el tema de la seguridad pública en el estado, señalando que no considera que la estrategia de mano dura sea la solución para enfrentar los problemas de violencia. En su lugar, la mandataria optó por subrayar la importancia de un enfoque basado en la honestidad y la justicia institucional como los pilares fundamentales para garantizar la seguridad.
Acompañada por la gobernadora Margarita González Saravia, Sheinbaum expresó que, en su opinión, el tema de la inseguridad no puede resolverse solo mediante el uso de la fuerza.
Según la presidenta, lo que se necesita es un fortalecimiento del sistema judicial y una profesionalización de los cuerpos de seguridad para que estos puedan cumplir con su labor de forma eficaz y sin recurrir a la represión. “Muchos piensan que la seguridad se trata de mano dura, pero no, es un tema de honestidad y de justicia”, manifestó durante el evento.
Estas declaraciones surgen en un contexto de creciente preocupación por los niveles de violencia en el estado, que ha registrado varios incidentes significativos en los últimos meses. Un ejemplo reciente es el asesinato de nueve personas en Jiutepec, en un hecho relacionado con el robo de autopartes y el tráfico de drogas.
En su discurso, la presidenta aclaró que los resultados de la estrategia propuesta por su gobierno se verán progresivamente. Destacó que se requiere tiempo para que las políticas de prevención y rehabilitación institucional puedan tener un impacto tangible en la seguridad del país y, particularmente, de Morelos.
Sheinbaum también recordó que su administración continúa con el proceso de transformación iniciado en el gobierno de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, y reafirmó que su enfoque está centrado en la justicia social y el combate a la corrupción. Sin embargo, evitó ahondar en detalles específicos sobre los planes inmediatos o cambios que se implementarán en el ámbito de seguridad en el estado.
En resumen, la mandataria insistió en que el combate a la inseguridad no debe basarse en medidas autoritarias, sino en una transformación institucional que permita que la justicia y el respeto a los derechos humanos sean los ejes de la política pública en esta área. La presidenta subrayó que la seguridad es una responsabilidad compartida entre el gobierno y la sociedad, y que los resultados de cualquier estrategia deben ser evaluados con el tiempo.