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Sin importar las horas de espera, el calor e incluso permanecer de pie, comenzaron a congregarse antes de las 8 de la mañana

Eco a la convocatoria presidencial supera expectativas

Claudia Sheinbaum, Presidenta de México, rindió su informe a cien días de gobierno ante simpatizantes en el Zócalo.
Asamblea Informativa Largas horas de espera, valieron la pena para miles de mexicanas y mexicanos que acudieron al llamado de asistir al Zócalo, en defensa de la soberanía (Presidencia)

La convocatoria presidencial al pueblo de México, tuvo respuesta sobrada.

Desde las primeras horas de este domingo, la Plancha del Zócalo capitalino comenzó a observar una constante afluencia de cientos de personas, a quienes a todas luces no les importaría el número de horas que tendrían que esperar hasta el mediodía para poder escuchar el mensaje de la mandataria.

Desde las 8 de la mañana, hombres, mujeres, familias completas comenzaban a avanzar por las calles que confluyen al primer cuadro de la ciudad. Cientos de ellos caminaban con el aire fresco de la mañana desde el Metro Bellas Artes, debido a que se suspendió el servicio en las estaciones de Allende y Zócalo.

Enmedio de un ambiente festivo ellas y ellos avanzaban a paso lo más veloz que podían, con el primer interés de llegar y alcanzar a apartar sus sillas, pues doña Carmen R. y su esposo Florentino G., maestros septuagenarios jubilados, procedentes del estado de México decía que “van a ser muchas horas antes de que salga la Presidenta Sheinbaum a dar su mensaje, y a mi las piernas ya no me ayudan”.

Vendedoras de revistas usadas y los aranceles

Josefina y Marcela, comerciantes de la alcaldía de Azcapotzalco compartieron que no sabían exactamente a qué iban “pero el líder del mercado nos dijo que había que venir a apoyar a la Presidenta Claudia”, compartió Josefina.

-Que por lo de los aranceles -añadió Marcela, -pero pues nosotros ni sabemos que es eso de los aranceles, y sólo nos dijo que había que venir y pues aquí estamos.

-Pero, ustedes ¿qué es lo que venden, cómo les afectarían los aranceles’, se les cuestionó, ambas respondieron que venden revistas viejas y dulces.

A diferencia del cierre de campaña presidencial que se llevó a cabo en este mismo emblemático lugar del Centro Histórico de la Ciudad de México, cuando cientos de decenas de enormes pancartas y mantas destacando la representación de sindicatos, de estados, de organizaciones de trabajadores, hoy el sello distintivo prácticamente fueron las banderas de México ondeando de un lado a otro.

Las banderas tricolores de todos los tamaños parecían decirle a la jefa del Ejecutivo, “estamos contigo”, como mucha gente lo gritaba, aunque sabían que la Presidenta no podría escucharles. Era la respuesta simbólica al llamado que hizo la mandataria “la defensa de la soberanía”.

Otros más, llevaban banderas del partido guinda en el poder, y orgullosos decenas de personas, prácticamente de todas las edades, avanzaban presurosos, presumiendo el orgullo de sentirse mexicanos, con sus “¡Viva México!”.

El ejército de mexicanas y mexicanos, caminaban de buen ánimo a la cita para escuchar el informe de la presidenta Sheinbaum, armados, con banderas de México, sombrillas, porque por la ahora muchos sabían que en sol caería a plomo para la hora en la que la presidenta se dirigiera a su pueblo.

A pie, procedentes de las estaciones del Metro Pino Suárez, y Allende, enormes mantas con la leyenda de: “Cerramos filas con nuestra Presidenta”, una enorme manta del Tecnológico Nacional de México (TecNM), integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS).

Las horas de espera trataron de hacerla lo menos pesada posible, los conjuntos musicales conformados por elementos de la Guardia Nacional, así como de las Secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), y Marina, e incluso del colectivo “Llegamos Todas”, quienes prácticamente una tras otra interpretaron diferentes canciones desde salsas, cumbias, hasta canciones vernáculas, que fue el caso de la Guardia Nacional y de la Defensa con sus mariachis.

Pocos minutos antes del mediodía, la jefa del Ejecutivo Federal, Sheinbaum Pardo, salió de Palacio Nacional, con tiempo suficiente para poder saludar de mano a invitados especiales y acercarse a las vayas metálicas desde donde ellas y ellos, sus seguidores, sus admiradores su amado pueblo, estiraban desesperadamente las manos para poder tocar su Presidenta de México.

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