
Durante la conferencia matutina presidencial, Claudia Sheinbaum, dio a conocer que envió una nota diplomática a Estados Unidos para asegurar que ningún mexicano sea enviado a la base militar de Guantánamo, tal como lo había propuesto el presidente Donald Trump al inicio de su mandato.
Durante su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum explicó que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) actuó de inmediato tras el anuncio de Trump sobre la posible deportación de migrantes indocumentados hacia Guantánamo. La mandataria precisó que, aunque las notas diplomáticas suelen mantenerse en privado, esta situación justificaba hacerlo público. En ese sentido, destacó que la respuesta de Estados Unidos fue clara: los mexicanos deportados serían repatriados directamente a México.
El domingo pasado, un grupo de más de 200 venezolanos fue enviado a El Salvador, donde quedaron detenidos sin juicio, acusados de pertenecer a la banda criminal Tren de Aragua. Ante esto, la presidenta mexicana reafirmó que cualquier deportación de mexicanos desde Estados Unidos sería gestionada de manera que todos los migrantes se repatríen a su país de origen.
El Gobierno de Estados Unidos explicó que el centro estaba destinado para migrantes con antecedentes penales o vinculados a grupos criminales como el Tren de Aragua. Sin embargo, esta operación ha estado marcada por el secretismo, ya que no se han revelado las identidades de los detenidos ni las acusaciones en su contra.
Desde que Trump asumió el poder en enero, las autoridades estadounidenses han deportado a México a 24,413 personas, de las cuales 19,846 eran mexicanas y 4,567 extranjeros. El Gobierno mexicano ofrece a los deportados mexicanos una “Tarjeta Bienestar Paisano” con 2 mil peso como apoyo inicial, así como asistencia para buscar empleo. Para los extranjeros, se les brinda ayuda para gestionar su regularización o para regresar a su país de origen.