
La secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, reaccionó al anuncio de una entrega inmediata de agua a Texas: lo que se necesita no es solo un gesto, sino una solución de fondo.
“Esto es progreso. Pero lo que queremos, y lo que los agricultores estadounidenses merecen, es una resolución”, escribió Rollins en su cuenta de X, en respuesta a la declaración hecha por la presidenta Claudia Sheinbaum sobre el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944.
Desde hace semanas, el tema ha generado fricciones entre ambos países, en medio de presiones políticas en Washington y críticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha acusado a México de violar el acuerdo.
El mensaje de la funcionaria estadounidense representa un llamado de atención directo a la administración mexicana. Aunque el gobierno ha reiterado su disposición a cumplir con las entregas pactadas, también ha señalado que la sequía en el norte del país representa un obstáculo serio.
En días recientes, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, sostuvo una conversación con Rollins y el subsecretario de Estado, Chris Landau, en la que aseguró que México seguirá cumpliendo el tratado “bajo las consideraciones de sequía” que enfrenta.
Si bien ambos gobiernos han mostrado voluntad de cooperación, la declaración pública de Rollins confirma que persiste la preocupación del lado estadounidense, especialmente entre productores agrícolas de Texas, que dependen de este recurso para sus actividades.