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Consulta nacional revela que 5 de cada 10 menores en México viven con angustia por no saber si comerán, o por lo que deben comer; se saben y sienten ignorados

“Nos da tristeza tener hambre”; Niños y Jóvenes piden ser escuchados en políticas alimentarias

Consulta nacional revela que 5 de cada 10 menores en México viven con angustia por no saber si comerán, o por lo que deben comer; se saben y sienten ignorados — “Tengo hambre, me siento triste porque no hay comida en mi casa, y porque debo comer ciertos alimentos”, fue la frase sencilla y confrontante, repetida en miles de voces de niñas, niños y adolescentes en todo México.

Los menores de edad claman ser tomados en cuenta cuando se trata de decidir sobre su derecho humano a una alimentación adecuada; piden a las autoridades educativas que dejen de asumir que solo ellos saben lo que conviene a los niños.

Así lo reveló la Consulta Nacional “Comer es nuestro derecho”, de World Vision México (WVM) y The Hunger Project México (THP), que logró recabar más de 125 mil respuestas de estudiantes menores de edad en las 32 entidades del país.

El hallazgo principal significativo y claro; “5 de cada 10 infancias viven con angustia diaria por lo que comen… o por lo que no hay para comer”.

Esfuerzo sin Precedentes para Poner al Centro a la Niñez

La consulta fue realizada con el respaldo del Sistema Integral de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), y surge a un año de que fue promulgada la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible.

El propósito de la consulta es visibilizar las voces de la niñez y las juventudes, e incidir en políticas públicas que garanticen su bienestar y desarrollo integral, explicó Malcom Aquiles Pérez, director de Incidencia en Políticas Públicas de WVM.

Dijo que el perfil más representativo de esta consulta fue el de una niña de 13 años que vive en una comunidad rural; el 53 por ciento de las respuestas provino de zonas rurales, y casi el 30 por ciento de participantes se identificaron como parte de comunidades indígenas.

“Reafirmamos la importancia de garantizar que la voz de niñas, niños y adolescentes sea escuchada e incorporada en los procesos de toma de decisiones que les afectan”, afirmó.

Hambre que Duele, y que Calla Diariamente

Los excesos y deficiencias nutrimentales, dolor diario en la infancia Los Niños y Jóvenes en México viven el diario dolor del hambre física, y de la atención genuina por parte de quienes deciden sobre su educación y nutrición. (WVM)

Señaló que la consulta revela un panorama silencioso, confrontante; “el 50.7 por ciento de las infancias participantes afirmó sentirse triste o ansiosa al no tener qué comer, o sobre qué comer; para muchos, esta es una angustia cotidiana, no una excepción”.

Añadió que el 45.8 por ciento señaló que la falta de dinero es el principal obstáculo para alimentarse bien.

Un 37 por ciento expresó que no tiene acceso suficiente a frutas, verduras, proteínas o grasas saludables, lo que les coloca en carencias y deficiencias nutrimentales.

Esta cifra asciende hasta el 45.4 por ciento en niñas y niños indígenas, y al 40.9 por ciento entre quienes se encuentran en movilidad, manifestó Malcolm Aquiles Pérez.

Decisiones sin Niñez, el Costo de No Escuchar

Entre las causas del hambre infantil, los menores de edad identificaron cuatro factores recurrentes; pobreza, discriminación, cambio climático y, “de manera reiterada, las decisiones de los adultos tomadas sin escucharles”.

Este último punto fue una constante; la exclusión emocional y participativa es una herida que también lastima, tanto o más que el hambre misma.

“Desde The Hunger Project México, declaramos que el hambre no es escasez de alimentos, sino falta de democracia; y la pobreza, la negación sistemática de derechos”, afirmó Montserrat Salazar, directora ejecutiva de la organización.

“Por eso, es clave generar un ecosistema que dé vida a la participación de quienes están más en desventaja”, manifestó en conferencia de medios.

Pérdida de Soberanía Alimentaria Familiar

Salazar comentó que uno de los hallazgos más graves está relacionado con la autosuficiencia alimentaria.

“Solo el 34.1 por ciento de las infancias dijo vivir en familias que producen parte de sus propios alimentos, incluso en zonas rurales; esta pérdida de soberanía representa una amenaza directa al acceso sostenido a una alimentación digna y saludable”, indicó.

Luego señaló al cambio climático como otro enemigo silencioso.

“La escasez de agua, las lluvias irregulares y el calor extremo dificultan la producción local de alimentos, afectando principalmente a las comunidades más vulnerables”, detalló.

Agenda Viva, Exigencia Legítima

Las organizaciones aliadas que fueron convocantes para la consulta, anunciaron que estos hallazgos serán presentados en foros legislativos, espacios internacionales como la Cumbre de Nutrición para el Crecimiento en París 2025 y la COP 2025, y en el marco del G20 en Brasil.

Informaron que buscarán que estos datos “influyan en la armonización del Reglamento de la Ley General de Alimentación, cuya ausencia hoy representa un freno peligroso”.

También promoverán la creación de mesas estatales de trabajo para atender las problemáticas locales de forma diferenciada, con la participación directa de niñas, niños y adolescentes, los grandes ausentes de la agenda pública.

Escuchar a la niñez no es un acto de buena voluntad, es una obligación constitucional y ética”, afirmó Aquiles Pérez.

Añadió que “ellas y ellos son ciudadanos plenos, y sus palabras deben resonar en los espacios donde se toman las decisiones”.

Voz que Urge ser Oída

La pobreza alimentaria infantil es medida con estómagos vacíos, y también con infancias fracturadas por la incertidumbre, ignorancia, incongruencia y soberbia de las autoridades adultas.

En sus testimonios, dibujos y palabras infantiles y juveniles, se encuentra la verdad que las autoridades adultas deben atender para no seguir ignorándoles.

Cuando un niño dice “tengo miedo porque no sé si hoy vamos a cenar”, no está pidiendo caridad, sino justicia. La justicia de una vida digna, de un país que ponga en el centro a sus niñas y niños.

“Nos da tristeza tener hambre”; Niños y Jóvenes piden ser escuchados en políticas alimentarias

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