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Gremio de criadores y productores del ramo urgen a la Federación a reactivar la planta de mosca estéril que nunca debió cerrar, urgen

Crisis del gusano barrenador debe ser un asunto de seguridad nacional: Ganaderos

Panamá es el único páis en América Latina que desde 2006 cuenta con una planta para producir la mosca esteril del gusano barrenador (Especial)

Preocupados por la presencia el gusano barrenador en varias cabezas de ganado del sur y norte del país, lo que derivó en el cierre de la frontera de Estados Unidos a reses, caballos y bisontes procedentes de ganaderías nacionales, productores mexicanos del ramo lanzaron un llamado urgente al Gobierno Federal para considerar el problema de seguridad nacional y reactivar la planta de esterilización de moscas del gusano barrenador que dejó de operar hace 13 años y que nunca debió cerrar, ya que la situación ha causado pérdidas millonarias al sector.

Representantes de asociaciones ganaderas que buscan una pronta solución a esta crisis, urgieron a las autoridades de agricultura, salud y Senasica a considerar como asunto de prioritario interés este caso que afecta al ganado en todo el país, por lo que como solicitaron como una medida inmediata cerrar la frontera sur al ganado procedente de Centro y Sudamérica, pero también urgieron a reactivar la planta productora de mosca estéril que dejó operar en el 2013 en Chiapas, para que se retomen sus funciones contra esta plaga.

El presidente de la Unión Ganadera en Chihuahua, Alvaro Bustillos, dijo que tras una reunión con el secretario de Agricultura del Gobierno Federal, Julio Berdegué y con el Presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas, Homero García, planteó que no debe tomarse a la ligera este tema y debe ser considerado como un problema de seguridad nacional, además de que piden tener acceso a participación directa de los ganaderos del país para erradicar esta plaga.

En el mismo tenor se pronunció el dirigente de la Unión Ganadera de Centla, en Tabasco, José Priego Aguirre, quien resaltó que una opción más que acertada es la reinstalación de la planta de esterilización de moscas del gusano barrenador que estaba en Chiapas y que fue trasladada a Panamá.

Sin embargo, el ganadero apuntó que reactivar esta planta de moscas estériles es de competencia federal, y son las autoridades del Gobierno de México las que tienen la decisión y medios para reinstalar esta planta nuevamente en el sureste del país.

Preocupa a ganaderos que el Gobierno Federal no haya dadao seguimiento desde el primer aviso de alerrta del gusano barrenador en el país

ANTEDECENTE

El origen de la planta que era incubadora y productora de la mosca que eliminaría al gusano barrenador surgió en 1957 por iniciativa del gobierno de EU para liberar a su ganado de esta plaga, al utilizar una técnica de control biológico (esterilización de moscas), desarrollada por el Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Cinco años después y en sociedad con el gobierno de México, en 1962, se puso en marcha la dispersión de moscas estériles también en suelo mexicano a lo largo de 100 kilómetros de ancho que abarcara Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, para establecer una barrera que impidiera que llegaran reses con la presencia de este gusano, según señala el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).

Sin embargo, refiere Senasica, “se comprobó que esa barrera no era suficiente, debido a que la mosca nativa puede volar distancias más grandes, por lo cual se procedió a aumentar la tarea de dispersión hacia estado más al sur del país”, por lo que ganaderos en México hallaron que durante tres años las presencia del gusano barrenador había disminuido en las reses.

Fue a partir de ese momento en que la Comisión México-Americana para la Prevención de la Fiebre Aftosa trabajo en conjunto para trabajar en cinco estados del norte de México y en agosto de 1972 se fundó la Comisión México Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador del Ganado (Comex) que entró en operación para erradicar este gusano que afectaba al ganado.

En 1976, se construyó una planta para la producción de moscas estériles en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, con capacidad de producir 500 millones de moscas de este tipo por semana. En 1977, el personal en operación de la Campaña era de 107 empleados y para la producción de esta mosca se destinó un presupuesto de 308 millones de pesos, por lo que para 1982, esta Comisión ya contaba con 2 mil 031 trabajadores. Los trabajos de incubadora y producción de la mosca estéril en la planta de Chiapas, reemplazó a la antigua planta que existía en Misión, Texas y que dejó de operar en enero de 1981.

El éxito de este programa, instrumentado en México, llevó a otros países de Sudamérica a probarlo y ponerlo en marcha, y aunque el insecto es nativo de zonas cálidas americanas, el comercio internacional lo ha diseminado a regiones como en el norte de África.

Cada día qiue pasa con la frontera de EU cerrada al ganado mexcano representa pérdidas millonarias

Para el 25 de febrero de 1991 se declararon libres del gusano barrenador los estados de Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, y para el 9 de septiembre de 2003, a Chiapas. Fue precisamente en esa fecha, cuando el programa creado por México y EU por iniciativa de este último, dio por concluidas sus operaciones en su planta de Chiapas, donde se producía la mosca estéril para combatir a la plaga y se traslado a Panamá, país que actualmente cuenta con una planta productora de moscas estériles y que es gestionada por una comisión binacional con Estados Unidos, la COPEG, financiada con fondos estadunidenses y que opera desde el 2006.

PLAGA

El gusano barrenador, conocido como coquerel, es una larva que se alimenta de carne viva, de los animales de sangre caliente (bovinos, caprinos, animales domésticos y silvestres), y que puede inclusive afectar a los humanos causando miasis. Las larvas son parásitos obligados de animales vivos; las infestaciones se producen cuando la mosca hembra pone sus huevos en los bordes de heridas superficiales y ocasionalmente en mucosas, una vez que las larvas se alimentan de los tejidos vivos y fluidos, crecen y agrandan la herida.

Las moscas poseen una capacidad excepcional de desplazamiento, pueden viajar de 10 a 20 kilómetros en climas tropicales con una alta densidad de animales y hasta 300 kilómetros en menos de dos semanas. “Estos parásitos pueden ingresar a heridas tan pequeñas como la picadura de una garrapata y si la infestación no es tratada puede ser mortal; los animales de sangre caliente y los humanos son susceptibles a la infestación”, reveló el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).

 

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