
La Iglesia Católica de México externó su pésame y consternación por el doble homicidio de dos de los colaboradores de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina.
A través de una misiva, el Arzobispo Primado de México, monseñor Carlos Aguiar Retes lamentó el asesinato de Ximena Guzmán y de José Muñoz, quienes se venían desempeñando como secretaria particular y asesor de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, respectivamente.
Se enfatizó que lo que hoy en día lo que se necesita con urgencia es paz, que nazca del respeto a la dignidad humana, del compromiso con el bien común, y de la voluntad de perdonar y reconciliar.
“Hacemos un llamado firme a todos los sectores de la sociedad: a las autoridades, a los líderes políticos y sociales, a las comunidades religiosas, a las familias y a cada ciudadano de buena voluntad, a que trabajemos unidos por un México en paz”.
En la carta, firmada además, por varios obispos auxiliares, así como por monseñor Juan María Huerta Muro, monseñor Jorge Cuapio Bautista y monseñor Adolfo Miguel Castaño Fonseca, obispos de Xochimilco, Iztapalapa y Azcapotzalco, respectivamente, resaltaron que esos trágicos hechos “nos interpelan como pastores del Pueblo de Dios. Cada pérdida humana causada por la violencia es una herida profunda al corazón de nuestra sociedad”.
A propósito de estos lamentables hechos, recordamos el mensaje de nuestro Papa León XIV, quien como parte de sus primeras actividades como pontífice ha insistido al mundo la necesidad de «llevar la paz de Cristo», una paz verdadera, “desarmada y desarmante”, que brota no del poder, ni de la imposición, sino de la justicia, la misericordia y la verdad.