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Aunque la desocupación disminuyó en abril, uno de cada tres trabajadores enfrenta condiciones precarias, con alta informalidad y salarios bajos, según datos del INEGI

Desocupación baja en México, pero persisten condiciones laborales precarias

Siluetas de trabajadores que ilustran el empleo en México, donde más de 32 millones laboran en la informalidad y el 32 % está en condiciones laborales críticas, de acuerdo con la ENOE 2025.
Uno de cada tres trabajadores mexicanos enfrenta precariedad laboral Aunque la desocupación es baja, millones de personas laboran con salarios mínimos, sin seguridad social o bajo condiciones críticas, según datos del INEGI.

En abril de 2025, México alcanzó una de las tasas más bajas de desocupación de los últimos años: solo el 2.5 % de la población económicamente activa (PEA) estaba en búsqueda activa de empleo, según el informe más reciente de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), publicada por el INEGI. Sin embargo, este indicador, por sí solo, no refleja la complejidad del panorama laboral en el país.

A pesar de que 59.9 millones de personas estaban ocupadas —88 mil más que en abril de 2024—, el 32.0 % de ellas laboraban bajo condiciones críticas de ocupación, lo que implica trabajos con bajos ingresos, jornadas excesivas o insuficientes sin remuneración adecuada. Esta proporción, aunque menor al 37.5 % reportado el año anterior, representa a casi uno de cada tres trabajadores en el país.

Además, la informalidad laboral sigue siendo un componente estructural del mercado. En total, 32.7 millones de personas trabajaban en condiciones informales, lo que representa el 54.7 % de la población ocupada. Este índice se mantuvo prácticamente sin cambio respecto a abril de 2024 (54.6 %). La situación se agrava en áreas menos urbanizadas, donde la tasa de informalidad alcanzó el 68.5 %, muy por encima del 41.5 % registrado en ciudades más urbanizadas.

En cuanto al tipo de ocupación, el 69.5 % de los trabajadores fueron subordinados y remunerados, con un crecimiento anual de 424 mil personas. En contraste, los trabajadores por cuenta propia —que no emplean a terceros— se redujeron en 480 mil personas, lo que podría apuntar a una mayor incorporación al empleo formal, aunque esto no implica necesariamente mejoras en las condiciones laborales.

Participación femenina en retroceso

Uno de los datos más significativos del boletín es el descenso en la tasa de participación económica de las mujeres, que pasó de 46.4 % en abril de 2024 a 45.4 % en 2025. Esto significa que, pese a representar más de la mitad de la población mayor de 15 años, solo 24.3 millones de mujeres estaban ocupadas en abril, 52 mil menos que el año anterior. Al mismo tiempo, el número de mujeres que no participa en el mercado laboral creció en más de un millón.

En el caso de las mujeres que sí buscan empleo, la tasa de desocupación fue del 2.7 %, ligeramente superior a la de los hombres (2.4 %).

Salarios bajos para millones

En términos de ingresos, los datos revelan que 23.8 millones de trabajadores —el 39.8 % del total— ganaban hasta un salario mínimo. Esta cifra representa una reducción de 2.6 millones respecto a abril del año anterior, pero el número sigue siendo considerable. A esto se suman 2.7 millones de personas que no reciben ningún ingreso monetario por su trabajo.

El informe también advierte un fuerte incremento en el grupo de trabajadores que no especificó su nivel de ingresos: pasó de 7.7 millones en abril de 2024 a 10.5 millones en 2025, lo que representa el 17.5 % de los ocupados.

Pese al crecimiento del empleo registrado, los datos del INEGI muestra que la calidad del trabajo en México continúa siendo un desafío estructural. Las altas tasas de informalidad, los bajos salarios y la participación limitada de las mujeres en el mercado laboral señalan que aún hay amplios márgenes de mejora para lograr un empleo digno y equitativo en el país.

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