Sofía, hija de madre mexicana y padre colombiano, tiene cuatro años y sufre del síndrome del intestino corto, una afección mortal rara, que impide que su cuerpo absorba suficientes nutrientes. En julio de 2023, tras no lograr tratamiento adecuado en México, la familia cruzó de Tijuana a San Diego gracias a que el gobierno de Joe Biden les concedió un permiso de asilo humanitario mediante la aplicación por celular CBP One.
Desde entonces, la niña ha sido tratada en el Hospital Infantil de Los Ángeles, donde periódicamente debe ser conectada a un aparato que le ha permitido no sólo evitar la muerte, sino tener una vida lo más normal posible. Esto fue así hasta que en abril, la familia recibió un aviso de deportación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que dirige Kristi Noem, cuyo nivel de crueldad hacia los inmigrantes sólo es comparable al de quien la nombró para el cargo: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Este nueva muestra de inhumanidad y crueldad de la actual administración republicana llevó este jueves a un grupo de 38 congresistas demócratas a enviar una carta a la secretaria de Seguridad Nacional para que reconsidere la deportación de la familia, tras ser advertidos por sus médicos, que la niña correría peligro de muerte.
“Les instamos a reconsiderar la cancelación del estatus legal de S.G.V. (Sofía) y su familia, ya que los médicos afirman que podría morir en cuestión de días sin tratamiento”, escribieron los legisladores, encabezados por los senadores por California Alex Padilla y Adam Smith.
“En México puede morir en días”
Las probabilidades de que Sofía reciba la atención que necesita en México son prácticamente “imposibles”, alertaron los abogados de Public Counsel, que representan a la niña y pidieron la intervención de los congresistas.
“Creemos que la situación de esta familia claramente justifica la necesidad de ayuda humanitaria e instamos a usted y a esta Administración a reconsiderar su decisión”, escribieron los legisladores en su pedido.
Los demócratas instaron a Noem a dar una respuesta “inmediata” y una decisión “rápida” para extender el estatus legal de la familia que reside en Bakersfield, a dos horas al norte de Los Ángeles.
A la madre de Sofía, Deysi Vargas, también se le notificó que su permiso de trabajo fue cancelado, lo que significa que la familia no tiene medios para pagar las cuentas médicas y el desplazamiento continúo hasta Los Ángeles.
“Quitarle la atención médica que le salvó la vida y obligarla a regresar a un lugar donde podría morir en cuestión de días es una cruel traición a la palabra de nuestra nación y una afrenta a nuestra humanidad compartida”, dijo Rebecca Brown, abogada del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de Public Counsel y abogada de la familia en un comunicado.
De madre oaxaqueña y padre colombiano, Sofía nació en Playa del Carmen. Durante dos años, su familia buscó opciones médicas en el país para salvarle la vida, relató la madre, Deysi Vargas, al diario Los Angeles Times. Se trasladaron a Ciudad de México y aunque la niña seguía viva, no mejoraba, por lo que decidieron solicitar la ayuda humanitaria a Estados Unidos.
Para su buena fortuna, el gobierno de Biden creó la aplicación CBP One para celulares, desde la cual se dio prioridad a situaciones de emergencia como la de Sofía. Para su desgracia, Trump regresó al poder —gracias al voto masivo de la minoría hispana (de hombres; de mujeres no)— y entre sus primeras órdenes están la cacería de inmigrantes, las deportaciones masivas y obviamente la cancelación del CBP One.