
La Feria Internacional del Libro Coahuila 2025 (FILC) concluyó con un balance que confirma su papel como uno de los eventos literarios más relevantes del norte del país, al reunir a más de 244 mil personas en sus sedes de Arteaga y Torreón, y desplegar más de 400 actividades literarias, académicas y artísticas a lo largo de 22 días.
Con una estrategia que busca democratizar el acceso a la cultura, el encuentro se expandió con fuerza hacia la región Laguna, donde congregó a más de 101 mil asistentes, mientras que en Arteaga se registró una afluencia superior a las 143 mil personas. El interés por la feria no solo se reflejó en las cifras de público, sino también en el número de expositores, invitados y contenidos ofrecidos.
En total, participaron más de 1,100 escritores, artistas y especialistas de distintas regiones del país y del extranjero, quienes protagonizaron presentaciones de libros, recitales, mesas de diálogo, talleres, conciertos y puestas en escena. La diversidad de actividades contribuyó a hacer de la FILC un espacio inclusivo y formativo para públicos de todas las edades.
Uno de los ejes centrales del encuentro fue la atención a la población escolar, que asistió con entusiasmo desde niveles básicos hasta preparatorias. En total, se contabilizaron 22 mil 100 estudiantes provenientes de 225 escuelas, quienes acudieron a dinámicas pensadas para fomentar la lectura, el arte y el desarrollo emocional. En este ámbito destacó el pabellón temático Lo que sientes importa, coordinado por Inspira Coahuila, que ofreció 1,840 sesiones de talleres centrados en el bienestar emocional de niñas, niños y adolescentes.
En lo editorial, la FILC 2025 reunió a 206 sellos editoriales, tanto nacionales como internacionales, además de instituciones y editoriales independientes. Esta amplia oferta se tradujo en más de 85 toneladas de libros disponibles al público lector: 50 en Arteaga y 35 en Torreón.
Más allá del aspecto cultural, la feria también dejó una huella económica considerable. La derrama generada por el evento —producto de inversiones públicas y privadas, consumo de servicios y venta de libros— superó los 38 millones de pesos, con una distribución estimada de 22 millones en Arteaga y 16 millones en Torreón. Esta cifra evidencia el valor económico de los eventos culturales cuando se plantean como proyectos integrales, capaces de articular educación, arte, participación ciudadana y desarrollo regional.
Con presencia en dos de las zonas con mayor densidad poblacional del estado, la Feria del Libro demostró que en Coahuila, la lectura tiene una vocación expansiva. Más que un evento anual, la FILC se consolida como una política pública sostenida, orientada a fortalecer la cadena del libro y promover el acceso equitativo a los bienes culturales.