
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) comprende dos enfermedades principalmente, la colitis ulcerosa crónica idiopática (CUCI) y la enfermedad de Crohn. En entrevista con Crónica el Dr. Jorge Luis de León Rendón alerta sobre la importancia de un diagnóstico prematuro.
Esta enfermedad es incurable, progresiva, y de no ser diagnosticada y tratada a tiempo puede llevar al paciente a situaciones catastróficas. Hasta el momento no tiene una etiología o un origen propio. Se denomina enfermedad multifactorial, puesto que influyen tanto factores genéticos, inmunológicos y ambientales, que pueden llevar al paciente genéticamente predispuesto a desarrollarla.
—¿Cuáles son los síntomas?
—El paciente va a presentar episodios de diarrea, sangrado a través del recto, dolor abdominal, fiebre, pérdida de peso, pero estos síntomas no se desarrollan exclusivamente en este tipo de enfermedades, sino que se pueden confundir con otras.
En la Clínica de EII del Hospital General de México se realiza un estudio piloto para investigar por qué los pacientes llegan con un retraso en el diagnóstico. Aproximadamente el 73% de los pacientes que se atienden en este hospital previamente visitaron en promedio tres centros hospitalarios, pero sus diagnósticos fueron erróneos, principalmente fueron diagnosticados con colitis nerviosa, enfermedades infecciosas gastrointestinales o gastritis.
Es importante que el paciente con estos signos clínicos no piense que es una infección gastrointestinal, un síndrome intestinal irritable, o hemorroides, por ejemplo el paciente que tiene sangrado evidente, debe ser revisado por un especialista, en este caso por un gastroenterólogo o por un coloproctólogo que tenga la especialidad en EII para que pueda iniciar el protocolo de estudio y pueda diagnosticar o refutar el diagnóstico de enfermedad inflamatoria intestinal.
—¿Esta enfermedad puede ser variable?
—Sí, los estudios epidemiológicos que mejor retratan la realidad de la EII en nuestro país es uno que se denomina Epimex y la edad de presentación generalmente es en población joven, entre los 25 y los 45 años de edad y no hay una distinción de género, es decir, si son hombres o mujeres, pero sí afecta principalmente a individuos en una edad joven.
Es de suma importancia que los médicos de primer contacto conozcan la enfermedad, deberían sospechar cuando el paciente llega al consultorio y menciona o refiere estos síntomas, sobre todo porque realizar el diagnóstico conlleva hacer una serie de estudios de laboratorio en sangre, como una proteína C reactiva, una velocidad de sedimentación globular, estudios en popó específicos como la calprotectina fecal y específicamente el paciente debe ser sometido a un estudio de colonoscopía tomar biopsias, enviar esas biopsias al patólogo y con esto confirmar el diagnóstico.
Entonces para poder iniciar este protocolo de diagnóstico y poder comenzar a tratar al paciente se necesita sospechar la enfermedad. En principio el paciente debe conocerla y no perder tiempo en estar utilizando remedios caseros y en segundo que los médicos de primer contacto también puedan diagnosticar oportunamente y sobre todo comenzar a tratarla y evitar consecuencias propias de la enfermedad, porque aunque no es curable si se puede tratar de forma efectiva y pues disminuir consecuencias, por ejemplo que el paciente necesite una cirugía para resecar o retirar una parte o todo el intestino o bien para poder evitar el cáncer colorrectal que es una patología, una enfermedad asociada a esta inflamación crónica en los pacientes con enfermedad inflamatoria.
Tomar antibióticos o tratamientos que nada más calman momentáneamente no nos lleva a un origen de la enfermedad, al final del día los pacientes que se tratan con estos fármacos nada más tratan el síntoma, pero realmente la causa no se está tratando porque no hay un diagnóstico certero.
El doctor Jorge Luis de León Rendón, coordinador y el fundador de la Clínica de Enfermedad Inflamatoria Intestinal, en el Hospital General de México, Dr. Eduardo Liceaga, señala que este diagnóstico puede realizarse en hospitales públicos y privados.

El Hospital Dr. Eduardo Liceaga es de tercer nivel, de referencia, público que atiende a pacientes en su mayoría sin ser derecho habientes y también se atiende a derecho habientes por ejemplo del IMSS, del ISSSTE y se cuenta con terapias muy efectivas dentro de la Clínica de Enfermedad Inflamatoria para tratar estos pacientes.
El doctor de León Rendón señala que en la página de internet del hospital se puede encontrar información acerca de la clínica, también hay una línea telefónica en la cual el paciente se puede contactar para poder realizar todo el trámite administrativo, para poder ser atendido en el hospital y posteriormente pasar a la atención especializada.
Se brinda apoyo a otras instituciones, ya sean públicas o privadas, en el seguimiento de tratamientos, pero sobre todo en el tratamiento de terapias avanzadas, estas son innovadoras, son generalmente terapias biológicas y pequeñas moléculas, así les llaman, ayudan a inhibir la inflamación dentro del intestino y ayudan a que se cicatrice esas úlceras y ese daño que se ocasiona dentro del intestino en estos pacientes para que puedan recuperar la salud y puedan recobrar la calidad de vida .
—¿Hay similitudes con el síndrome del intestino irritable?
—Los síntomas se pueden traslapar. Un paciente que tiene síndrome de intestino irritable, también tiene dolor abdominal, pero más allá del dolor abdominal o de la inflamación, de la presencia de gas dentro del intestino, no existe algún otro dato o alguna bandera roja que nos pueda llevar a un deterioro significativo en un futuro, como es el caso de un paciente con EII.
—¿Por qué?
Porque el paciente con EII, a diferencia del paciente que tiene intestino irritable, va a tener perdida de peso, va a tener fiebre, va a tener sangrado a través del recto y la diferencia es que el paciente con una EII, si lo seguimos a largo plazo, puede tener consecuencias graves, como mencionaba. Si es que no llevamos un seguimiento y tratamiento adecuados, va a requerir de una resección intestinal o tiene mayor predisposición para desarrollar un cáncer colorrectal, mientras que el paciente con intestino irritable, más allá del síntoma que puede llegar a presentar es el dolor, el cambio en el patrón de las evacuaciones, pues no va a llegar a un escenario tan catastrófico como puede ser una resección del intestino o no tiene un riesgo más elevado que aquel que tiene la población general para poder ser portador de un cáncer colorrectal.
Entonces, sí pueden tener similitud en algunos síntomas, pero son dos situaciones que nos llevan por dos vías totalmente diferentes.
—¿Hay alguna dieta para mejorar esta situación?
—No tenemos una dieta específica como tal. Siempre debemos evitar alimentos que puedan llevar al paciente a que pueda presentar algún síntoma gastrointestinal, que no es específica solo para pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, sino que compartimos también esta dieta con algunas otras patologías del tracto gastrointestinal y es evitar alimentos con picantes, irritantes, con contenido graso elevado, condimentos, bebidas con gas, café, chocolate, dulces de menta.
Todo esto puede llevarnos a que tengamos la presencia de síntomas gastrointestinales de dolor abdominal, distensión, náusea, vómito, cambio en el patrón de las evacuaciones. Entonces, pedimos nosotros a los pacientes que traten de alimentarse de forma consciente para poder identificar o poder diferenciar cuándo un síntoma gastrointestinal es por algún alimento que pudo haber consumido o realmente es por una exacerbación de la enfermedad.
Es importante disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados, que no solo en el paciente que ya es diagnosticado con enfermedad inflamatoria intestinal tienen un aspecto negativo, sino en aquel paciente que todavía no desarrolla la enfermedad, de hecho es uno de los factores ambientales que impactan más para poder desarrollar enfermedad inflamatoria intestinal.
—¿Los síntomas dependen de cada persona o todos tienen los mismos síntomas?
—No, generalmente depende más del individuo, depende un tanto del subtipo de enfermedad. El paciente con colitis Ulcerosa Crónica Idiopática o UCI tiene afectado principalmente el intestino grueso y bueno va a ser un paciente que va a tener diarrea, sangrado, dolor abdominal, fiebre.
El paciente con enfermedad de Crohn puede tener afectado cualquier sitio del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano, entonces va a depender la región donde esté alojada la enfermedad.
Para poder identificar estos síntomas asociados a la enfermedad, que pueden ir desde diarrea, dolor, también sangrado, pero también en la enfermedad de Crohn esta inflamación puede ser tan importante que puede llegar a obstruir el tracto gastrointestinal y entonces el paciente presente datos de una oclusión intestinal.
—¿Hay estadísticas de cuántas personas padecen esta enfermedad en México?
—Las cifras sí las tenemos, pero yo podría decir que tienen un sesgo porque la mayor parte de los estudios epidemiológicos que se han realizado son únicamente de hospitales de referencia.
Entonces esta información puede estar sesgada y podemos estar dando alguna cifra con un subdiagnóstico muy importante. A nivel mundial son 4.9 millones de individuos los que padecen esta enfermedad y en México en los estudios epidemiológicos que tenemos son alrededor de 160 mil personas las que están afectadas con esta enfermedad, pero insisto, esta cifra puede tener un sesgo importante de referencia.
Estas nuevas terapias han demostrado mayor eficacia, ayudando a que más pacientes logren la remisión sostenida de los síntomas y puedan retomar su vida con normalidad.