
La comisión de senadores mexicanos expresaron su preocupación a sus pares estadounidenses por la carga económica que representará para las familias migrantes el impuesto del 3.5 % a las remesas que ya aprobó la Cámara baja de ese país , y advirtieron de la posibilidad de que aumente el lavado de dinero y la pérdida de confianza en las instituciones financieras.
La vice coordinadora del PT en el Senado, Geovanna Bañuelos, junto con la delegación de senadoras y senadores mexicanos que viajaron a Washington destacó que un gravamen al envío de remesas, representa una carga financiera adicional a familias migrantes de bajos ingresos, ya que cubren necesidades esenciales como alimentación, vivienda, salud y educación.
Aunado a que “el envío de dólares sería por canales informales y no regulados lo que iría en detrimento de los esfuerzos bilaterales para combatir el lavado de dinero y los flujos financieros ilícitos”, explica
Geovanna Bañuelos y sus homólogos mexicanos, coincidieron que un gravamen a las remesas, también significa el debilitamiento de la confianza entre la comunidad migrante y las instituciones financieras estadounidenses, así como limitar una participación económica más amplia.
“Incluso impuestos modestos reducirían la eficacia de este apoyo, agravando la pobreza, la desigualdad y la inestabilidad en regiones donde Estados Unidos tiene importantes intereses estratégicos y económicos”.
Las y los legisladores que buscan sensibilizar a su contraparte en el Senado de Estados Unidos, argumentaron que exigir a los proveedores de servicios de remesas que verifiquen el estatus migratorio de sus clientes plantea serias preocupaciones de privacidad, ya que estarían obligados a llevar consigo su comprobante de ciudadanía, cada vez que se deseen hacer una transferencia.
“Las y los migrantes que cumplen la ley podrían enfrentar una supervisión intrusiva y una mayor recopilación de datos, poniendo en riesgo la privacidad financiera y aumentaría el potencial de filtraciones y el uso inadecuado de información personal”, explicó la vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo.
Geovanna Bañuelos enfatizó que gravar las remesas es gravar el sacrificio de quienes sostienen dos economías, “es atentar contra la dignidad y el derecho de los migrantes”.
En el marco de la agenda de trabajo en Washington, Geovanna Bañuelos conversó con Christopher Landau, subsecretario de Estado de Estados Unidos sobre los efectos e implicaciones negativas al impuesto de las remesas y los aranceles al acero y al aluminio.
Además, sostuvo reuniones con más de 10 legisladores estadounidenses, principalmente Republicanos, como los senadores Bernie Moreno, Marsha Blackburn, Bill Hagerty, Roger Marshall, Pete Ricketts y los demócratas Peter Welch y Catherine Cortez, así como con organizaciones sociales, académicos y autoridades financieras.