El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, advirtió que el periodo extraordinario de sesiones que inició este lunes y se extenderá hasta el 2 de julio, contemplará jornadas ininterrumpidas, incluidos sábados y domingos, para aprobar al menos 22 iniciativas, de las cuales mas de las dos terceras partes no cuentan con dictamen aprobado por comisiones.
De entrada este miércoles habrá doble sesión: por la mañana la Comisión Permanente, donde se podrían incluir temas que planteo la presidenta Claudia Sheinbaum este lunes y por la tarde sesiones en ambas Cámaras.
Fernández Noroña confirmó que este lunes se discutirán las reformas a la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales; la Ley General de Vida Silvestre en materia de uso de mamíferos marinos, y disposiciones sobre importación y exportación vinculadas a la totoaba o vaquita marina.
Para el martes se abordarán temas como la ley para la prevención de operaciones con recursos de procedencia ilícita, reformas al Código Penal Federal y una nueva ley nacional para limitar trámites burocráticos.
Sobre la posibilidad de un nuevo periodo extraordinario, el senador descartó que sea necesario: “La voluntad es sacar todas las reformas de aquí al 2 de julio”, insistió
Sobre su intervención durante la reunión de la Unión Interparlamentaria, en la que habló del conflicto en Palestina, rechazó la criticas de la oposición, sobre la falta de acuerdo de su postura a nombre del senado mexicano.
Destacó que México ya ha concedido asilo a 18 personas originarias de Palestina y dijo confiar en que el país mantenga su tradición humanitaria.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de romper relaciones diplomáticas con Israel, Noroña respondió que esa decisión corresponde exclusivamente a la jefa del Estado mexicano, Claudia Sheinbaum, y refrendó su respaldo a la política exterior basada en la autodeterminación de los pueblos y la paz.
“Lo que está ocurriendo es inaceptable. Más de 18 mil menores asesinados. No se puede justificar de ninguna manera”, declaró, aunque evitó calificar directamente los hechos como genocidio para evitar controversias.