
El tráfico de cocaína, metanfetaminas y heroína genera en México un flujo de 12.1 mil millones de dólares al año, con lo que superan a organizaciones criminales como las colombianas que entre 2015 y 2019, promediaron ganancias de entre 1.2 y 2.6 mil millones de dólares anuales.
Así lo registra el Informe Mundial de Drogas 2025, elaborado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) donde se establece que los cárteles mexicanos estarían entre las organizaciones criminales con más ingresos por el tráfico de drogas por arriba de las colombianas, unas de las más célebres.
Solo entre 2015 y 2018, grupos criminales de México obtuvieron ganancias de 4.5 mil millones de dólares anuales sólo por tráfico de cocaína.
Pero sus actividades se extendieron a otras drogas: en ese mismo periodo, ingresaron 4.8 mil millones de dólares por tráfico de heroína y 2.8 mil millones de dólares por la venta de metanfetaminas.
El documento reconoce que las estimaciones de ingresos varían, pero es probable que el tráfico ilegal de drogas genere cientos de miles de millones de dólares al año en todo el mundo, lo que lo convierte en un negocio atractivo tanto para individuos como para grupos delictivos.
“La producción, el tráfico y la distribución ilegales de drogas controladas son una actividad generadora de ingresos particularmente importante para los grupos delictivos organizados, que se sabe que operan en prácticamente todos los mercados de drogas del mundo”, indica el reporte.
El informe s de la ONU presentado en Viena, este jueves, considera que el análisis de los grupos delictivos organizados que se dedican al narcotráfico sugiere que, además de generar ingresos sustanciales, podría representar la actividad dominante para la mayoría de estos grupos.
Según el documento si bien la mayor parte de los ingresos del narcotráfico se obtienen a nivel minorista, muchas menos personas y grupos participan a nivel internacional y mayorista, donde los grupos delictivos organizados se benefician más.
El informe de la ONU también advierte que las economías ilegales no solo sostienen actividades criminales pues también son capaces de sostener organizaciones que pueden desafiar al Estado con violencia, corrupción y control territorial como es el caso de algunos carteles en México.
En ese sentido, la ONU detalla la estructura de las organizaciones donde advierte que no todas operan con el mismo patrón y algunas son centralizadas, con jerarquías estrictas, roles definidos y un duro control interno como el Cártel de Sinaloa, en México; la Camorra napolitana, en Italia; o el Primeiro Comando da Capital, en Brasil, que ejercen control sobre territorios y la violencia de forma generalizada para mantener operaciones y reputación.
El informe señala que en Estados Unidos, el mercado minorista de drogas generó 146 mil millones de dólares en 2016, lo que equivale al 0.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de ese país, la mayor economía del planeta. En tanto, en la Unión Europea alcanzó los 31 mil millones de dólares anuales.
En 2023, se estima que 316 millones de personas consumieron drogas en todo el mundo, es decir, un seis por ciento de la población adulta y un 28 por ciento más que hace 10 años. Las mujeres fueron una cuarta parte de los consumidores.
El cannabis es la droga más consumida, con 244 millones de personas. Le siguen los opioides (61 millones), cocaína (31 millones), éxtasis (25 millones) y anfetaminas (21 millones).
Por otro lado, solo uno de cada cinco consumidores con trastornos graves por drogas recibe tratamiento. En África y Asia, la cobertura es menor y las mujeres reciben menos asistencia, solo 5.5 por ciento con problemas graves de consumo accede a algún tratamiento, contra el 13.6 por ciento de hombres.
En 2023, la producción mundial de cocaína rompió su récord con más de 3 mil 700 toneladas, 34 por ciento más que el año inmediato anterior y cuatro veces más que en 2014.
En contraste, el mercado global de opiáceos estuvo marcado por una caída en la producción de opio en Afganistán, que tuvo una reducción de 93 por ciento desde 2022, mientras el precio se multiplicó por 10.
Los opioides sintéticos, como es el caso del fentanilo, son de las drogas más letales y están detrás de numerosas muertes por sobredosis. En Estados Unidos se le vincula con 48 mil fallecimientos en 2024.