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La prevención real requiere folletos, y principalmente diálogo crítico y sostenido con nuestros jóvenes, involucrando a Padres de Familia, señala Mejoredu.

Además de informar, urge transformar educación para prevenir adicciones en México

La prevención real requiere folletos, y principalmente diálogo crítico y sostenido con nuestros jóvenes, involucrando a Padres de Familia, señala Mejoredu. — Las campañas “Si te Drogas, te Dañas” y “El fentanilo te mata: aléjate de las drogas, elige ser feliz”,diseñadas en el sexenio pasado y el actual, respectivamente, requieren ir más allá de la mera información.

En uno de sus últimos documentos de análisis y propuestas, antes de ser desaparecida, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), el organismo planteó trabajar desde el pensamiento de los estudiantes.

El documento Escuela: un recurso contra las adicciones, resalta que, junto a la entrega de información, habrá que impulsar acciones que fomenten de forma sostenida, desde un pensamiento crítico que estimule el cuestionamiento de niños y jóvenes a la realidad en que viven".

Esto sugiere que las campañas, aunque informativas, necesitan ser complementadas con un enfoque más profundo que promueva la reflexión crítica, el autocuidado y la construcción de identidad y sentido de pertenencia en los jóvenes, para que no sean “presa fácil de sustancias adictivas”.

Desafíos del Sistema Educativo

El texto de Mejoredu, en poder de Crónica, también plantea que el panorama del consumo de drogascambia constantemente” y la “edad promedio de inicio en el consumo de sustancias se ha reducido”, con una oferta de compuestos psicoactivos “cada vez mayor y más variada”.

La publicación científica “Salud Mental”, del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, aplica encuestas para detectar el comportamiento de los estudiantes frente al consumo de substancias, encontró que alumnos de 5° y 6° de primaria, una usado alguna vez las drogas.

Mejoredu alertó que esto implica que el sistema educativo debe estar en constante adaptación y fortalecer su “ecosistema de respuesta ,de resiliencia y resistencia”.

También mencionó que a menudo las prácticas se concentran en tratar síntomas visibles sin abordar las causas subyacentes, y que los directivos “se ven a sí mismos como los responsables de buscar, en soledad, las solucionesm y enfrentan difíciles condiciones institucionales por la falta de tiempo o de formación”.

La Comisión propuso un cambio hacia una perspectiva social y participativa, que reconozca a los jóvenes estudiantes como “constructores de su propia formación y bienestar”.

Mejoredu no criticó directamente las campañas actuales, de hecho las posiciona como un buen punto de partida “que debe ser enriquecido y complementado con estrategias más integrales y sostenidas”,para abordar las deficiencias históricas y los retos estructurales del sistema educativo en su conjunto.

Drogas Matan Interés Escolar

El organismo afirmó en su estudio que el impacto de las adicciones trasciende el ámbito individual, y se manifesta en una “disminución del interés escolar, un preocupante incremento de la violencia y, en casos extremos, la desafiliación educativa”.

A la luz de los hallazgos de una investigación realizada en 2024, que documentó un aumento en los casos de ansiedad, depresión y adicciones post-pandemia, Mejoredu lanzó la Estrategia Nacional contra las Drogas en el Aula.

La iniciativa fue presentada como un eje central de la Nueva Escuela Mexicana, que buscó informar y transformar la perspectiva de los estudiantes y sus familias. Con campañas directas como “El fentanilo te mata: aléjate de las drogas, elige ser feliz”, la estrategia alcanzó más de 11.8 millones de estudiantes en secundaria y media superior.

Los guió a través de sesiones semanales de 10 a 15 minutos para fomentar el autocuidado y la toma de decisiones informadas.

Solución, en Comunidad

Mejoredu planteó que para el éxito de estas iniciativas antidrogas, se requiere de los planteles educativos, y que estos hagan sinergia profunda con el ámbito familiar y social, pues la comunidad entera debe ser parte de la solución.

“Esta renovada ofensiva va más allá de la mera información. Se trata de una apuesta audaz por el bienestar estudiantil, promoviendo una Vida Saludable como eje articulador del currículo”, señaló.

La visión del organismo sugirió equipar a los jóvenes con herramientas de pensamiento crítico que les permitan cuestionar la realidad que los rodea y desmantelar prejuicios subyacentes a diversas formas de violencia.

“A diferencia de esfuerzos anteriores que carecieron de seguimiento y claridad, esta estrategia busca ser integral y territorializada, adaptándose a las particularidades de cada contexto del país”, señaló.

Los Maestros, con el apoyo de guías y materiales especializados, son incentivados a usar su autonomía profesional para fomentar el diálogo y la reflexión.

En definitiva, la narrativa que se construye es la de una juventud consciente, capaz de forjar un futuro sin adicciones, contribuyendo activamente al bien común y demostrando que, con una educación comprometida, se puede trazar un camino de esperanza y resiliencia para toda la juventud mexicana.

Incorporar Codependencia, la Clave Ausente

El 25 de enero de este año, días despupés que fue lanzada la estrategia “El fentanilo te mata: aléjate de las drogas, elige ser feliz”, Jacobo Assennato, doctor en Adicciones y Director General del Proyecto Pr4, resaltó un punto crítico: la necesidad de abordar el concepto de codependencia en las dinámicas familiares.

Explicó a Crónica que “donde hay un adicto, suele haber un coadicto, y este vínculo debe ser atendido con estrategias claras; el problema de las adicciones no se limita al consumidor, sino a su entorno familiar”, lo que refuerza la tesis de Mejoredu.

Para él, un documento que enfatice la corresponsabilidad entre jóvenes, padres y educadores sería un gran paso adelante.

Regina Curi, experta en terapias contra adicciones, coincidió en que las familias necesitan herramientas más específicas para actuar como recursos emocionales y no únicamente como reguladores de conducta.

Esto incluye capacitarlos para identificar problemas emocionales y dinámicas familiares que pueden derivar en adicciones.

Ampliar la Educación Preventiva desde Primaria

Tanto Curi como Assennato plantearon que la prevención no debe limitarse a la secundaria.

Propusieron que la campaña inicie en quinto y sexto de primaria, incorporando clases de educación emocional y sexual como parte del currículo básico.

Para Regina Curi, esta medida ayudaría a los niños a tomar decisiones informadas, y les brindaría habilidades para enfrentar problemas relacionados con pertenencia, evasión o presión social, factores comunes en el inicio del consumo.

Jacobo Assennato manifestó que la campaña necesita trabajar más las causas de las adicciones, como la pertenencia juvenil, problemas, evasión; “esas categorías me las encontré muy diluidas, la forma en cómo interactúa no es nada más dar un documento, es en verdad enseñarle a los Padres la temática de los sistemas, la coadicción no está bien expresada, entonces todavía hay mucho énfasis que trabajar en áreas de oportunidad”.

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