
Datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP, 2021), revelan que a nivel nacional, al menos uno de cada tres adultos que viven con obesidad, han intentado por lo menos en cuatro ocasiones en la vida, perder peso sin éxito en dicho propósito.
Al respecto, el doctor Luis Jesús Dorado, médico especialista en nutrición, aseveró que esta lucha silenciosa de miles de personas por perder el sobrepeso que les aqueja, no siempre se debe a falta de disciplina o malos hábitos.
Las causas de la obesidad, señaló, tiene su origen en causas más profundas que una simple calificación de que las personas no tienen fuerza de voluntad o que no tienen disciplina, sino que hay aspectos que se deben tomar en cuenta como el trastorno del comportamiento alimentario.
En este sentido, es importante mencionar que con base en datos de un estudio publicado por The Lancet Psychiatry (2021), se encontró que hasta el 30% de los pacientes que buscan tratamiento para la obesidad presentan criterios de trastorno por atracón, una cifra significativamente mayor en comparación con la población general. Además, investigaciones neurocientíficas recientes han demostrado alteraciones en regiones cerebrales relacionadas con el control de impulsos y la recompensa, lo que refuerza la necesidad de abordajes integrales que incluyan evaluación psicológica, nutricional y médica.
Trastorno por atracón, tiene que ver con tus emociones
Entre ellos, señaló, uno de los más comunes, pero menos visibilizados, es el trastorno por atracón, el cual es una condición que impacta directamente tanto el metabolismo como la salud emocional del paciente. “El trastorno por atracón no es falta de voluntad. Es un trastorno mental con un fuerte componente neurobiológico y emocional, y está presente en un número significativo de personas que viven con obesidad.
El especialista en nutrición clínica y obesidad, puntualizó que el trastorno por atracón afecta por igual a hombres como a mujeres, y suele pasar desapercibido, o ser malinterpretado como “comer por ansiedad”, sin embargo, el vínculo con la obesidad es más complejo, porque “no toda persona con obesidad tiene trastorno por atracón, pero un gran porcentaje de quienes viven con atracones crónicos sí presenta sobrepeso u obesidad.
Comes mucho, pero la culpa, te puede llevar a comer más
En este sentido, el doctor Luis Jesús Dorado subrayó que la relación comer en exceso-sentimientos de culpa-comer más, es bidireccional, debido a que la persona se siente mal por haberse excedido a la hora de comer ciertos alimentos, ese sentimiento de culpa consigo mismo o misma, puede llevar al individuo a más atracones, con lo que, el incremento de peso puede intensificar el estigma y la autoexigencia.
Ante ello, el especialista resaltó que uno de los principales obstáculos para el diagnóstico y tratamiento del trastorno por atracón es el estigma tanto el social como incluso, por parte del médico.
Argumento de “falta de voluntad” daña al paciente
Sostuvo que la falsa creencia de que las personas que viven con problemas de obesidad, se debe a que les falta voluntad para cuidarse, llevar cierto tipo de alimentación, se ha convertido en una narrativa de que la obesidad es exclusivamente un problema de “fuerza de voluntad”, lo cual daña profundamente al paciente, porque no sólo se trata de eso.
El impacto de esa creencia, señaló, ocasiona que muchas personas se abstengan de buscar ayuda por vergüenza, y cuando lo hacen, no siempre reciben el acompañamiento adecuado.
La buena idea, dijo, es que en la actualidad existen tratamientos efectivos, que incluyen terapia cognitivo-conductual, intervención nutricional personalizada y, en algunos casos, farmacoterapia.
Debido a que el trastorno por atracón, ocasiona que la persona coma en exceso y no siempre es una decisión consciente, sino un síntoma de algo más profundo, se debe cambiar el enfoque con el que se abordan el sobrepeso y la obesidad: una condición médica compleja, en muchos casos, entrelazada con trastornos del comportamiento alimentario.
“No podemos tratar la obesidad sin preguntarnos por qué comemos cómo comemos. Y no podemos hablar de atracones sin hablar de emociones, trauma, estrés y salud mental. Sólo desde esa mirada empática e interdisciplinaria podemos ofrecer soluciones reales”, aseveró.