
El futbol de mujeres es un deporte que va al alza en México, pero la violencia de género y verbal así como el acoso sexual, la discriminación, misoginia, estereotipos, sexualización y tocamientos no consensuados, también van de la mano con esta actividad en la que ha incursionado el sector femenil cuyas víctimas son invisibilizadas y muchas veces silenciadas para que no denuncien.
A menos de un año del Mundial de Futbol que se realizará en México, la violencia de género en el futbol de Mujeres en nuestro país es un fenómeno con alta incidencia donde casi 8 de cada 10 de ellas son objeto de este flagelo, según un estudio de la ONU.
El l estudio “Tarjeta roja a la violencia de género”, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México advierte que la afición (78%), los directivos (45%), otros jugadores hombres y los medios de comunicación (47% cada uno) son los principales perpetradores de estas violencias, que ocurren principalmente durante partidos oficiales (50%), partidos amistosos (50%) y en redes sociales y medios digitales (48%).
La violencia de género a la que están expuestas las mujeres que practican futbol en México incluyen insultos, comentarios sexistas, ridiculizaciones y exclusiones; los estereotipos de género y roles tradicionales caracterizados por la asignación de tareas basadas en prejuicios de género y cuestionamientos sobre las capacidades este sector de la población.
Asimismo se presenta la discriminación de género (54%), que se manifiesta en trato desigual, exclusiones y obstáculos para el desarrollo profesional; y la violencia y acoso sexual (41%), que abarca comentarios de naturaleza sexual, avances no deseados y tocamientos no consensuados.
El estudio Child abuse in sports—European statistics5 reveló que 75% de las niñas que practican deportes ha sufrido algún tipo de violencia interpersonal antes de los 18 años, lo que evidencia la profundidad del problema.
En el caso de México, una encuesta realizada por ESPN a deportistas mexicanas participantes en Juegos Olímpicos, Paralímpicos o la Liga MX Femenil arrojó que 66% ha experimentado violencia física o verbal dentro de su entorno deportivo. Estas agresiones provienen de entrenadores, compañeros, directivos.
El estudio, basado en los resultados de una encuesta en la que participaron más de 60 personas del ecosistema futbolístico nacional —incluyendo jugadoras, entrenadoras, árbitras, directivas, periodistas y aficionadas—, revela datos sobre la prevalencia de violencias de género en el deporte más popular del país.
En su mensaje, Lorenzo Jiménez de Luis, Representante Residente del PNUD en México, señaló que “la violencia de género sigue siendo uno de los desafíos más apremiantes para alcanzar el desarrollo y garantizar el acceso a oportunidades para todas las personas, especialmente, mujeres, adolescentes, niñas y personas de la comunidad LGBTIQ+”.
También, destacó el compromiso del PNUD en México para “colaborar con todos los actores que forman parte del ámbito del deporte para implementar medidas que eliminen la violencia de género y la discriminación”.
Por su parte, Sol Sánchez Rabanal, Oficial Nacional de la Unidad de Género, de la ONU, aseveró que el 78% de las mujeres encuestadas han experimentado algún tipo de violencia de género en el ámbito futbolístico.
Señaló que una de las manifestaciones más frecuentes es la violencia verbal (72%), que incluye insultos, comentarios sexistas, ridiculizaciones y exclusiones; los estereotipos de género y roles tradicionales.
La investigación también documenta las graves consecuencias de estas violencias en las víctimas. En este sentido, el estudio arroja que 59% de las mujeres que experimentaron violencia de género tuvo que buscar apoyo psicológico profesional, reportando síntomas como cambios emocionales (58%), ansiedad (44%) y baja autoestima (38%).
Además, 59% de las víctimas reportó una disminución en su motivación para desempeñarse en el ámbito futbolístico, lo que evidencia cómo la violencia de género afecta no solo el bienestar personal sino también las trayectorias profesionales de las mujeres en el deporte.
Por otro lado, el estudio revela importantes obstáculos para el acceso a la justicia: solo 42% de las mujeres se siente segura para denunciar, mientras que 30% teme represalias y 28% no sabe si se siente segura para hacerlo.
Esta situación se agrava por la percepción de ineficacia de los mecanismos existentes: 57% considera que las políticas y protocolos actuales son insuficientes para prevenir y abordar la violencia de género, y 26% desconoce la existencia de estos instrumentos.
Los resultados son contundentes respecto a la necesidad de intervención: el estudio revela que 90% de las personas encuestadas considera que se necesita un mayor enfoque en la prevención y protección contra la violencia de género en el fútbol.
“TE CALLAS O NO AVANZAS EN TU CARRERA”
De acuerdo a la ONU, la violencia de género en el fútbol es un fenómeno que, pese a su gravedad y extensión, ha sido históricamente poco estudiado y visibilizado.
“Esta falta de diagnóstico responde a múltiples factores estructurales y culturales. En primer lugar, el fútbol ha sido tradicionalmente concebido y promovido como un espacio reservado para los hombres, lo que ha perpetuado estereotipos de género y normalizado”, establece
Por ello, para muchas mujeres que buscan trascender en el futbol u otros deportes muchas veces el silencio es la única opción para no perder oportunidades.
“El acoso de tu entrenador de selección es lo peor, te encuentras atada de manos porque aguantas o te quedas fuera”, relató una jugadora encuestada por la ONU
La situación se agrava ante la ausencia de protocolos claros para denunciar.
De acuerdo con la misma encuesta, 54% de las deportistas no sabe a dónde acudir en caso de sufrir violencia, y 81% desconoce si su federación o liga cuenta con lineamientos para atender estos casos, por lo cual se siente solas y prefieren no denunciar pues muchas veces las represalias son contra ellas.
“Te corren a ti”, “dijeron que yo era la única que me había quejado, así que o soy la que estaba mal”, acusó otra deportista
Este miedo a represalias refuerza el círculo de impunidad y silencio. La violencia digital también se ha convertido en una amenaza cotidiana para muchas deportistas.
De acuerdo con la ENDIREH, 13% de las mujeres encuestadas ha sido víctima de agresiones en línea , y figuras públicas del deporte no están exentas.
Ana Paula Vázquez, medallista olímpica, ha denunciado recibir mensajes obscenos en redes sociales8 , revelando cómo el odio y la misoginia también se trasladan al espacio virtual.
“La era digital ha abierto nuevas oportunidades para las deportistas, pero también ha traído desafíos. Con más exposición y alcance mediático, el acoso en línea se ha convertido en uno de los rivales más difíciles de enfrentar”, establece
TE HUMILLAN
De acuerdo con la encuesta, el 78% de las mujeres declararon haber vivido al menos alguna de las formas de violencia de género, mientras que en el caso de las mujeres trans fue el 100%.
Asimismo, la violencia verbal (72% de las mujeres encuestadas señalan haberla experimentado) es una de las formas más comunes y persistentes de violencia de género. Abarca expresiones que humillan, descalifican, excluyen o refuerzan estereotipos de género a través del lenguaje.
Esta forma de violencia se presenta tanto en espacios formales como entrenamientos, partidos o vestidores pero también en ámbitos informales como las tribunas, redes sociales, medios de comunicación e incluso y puede provenir de colegas, personas entrenadoras, personas directivas, medios y, en mayor medida, de la afición.
Las formas que toma esta violencia son los comentarios sexistas o despectivos hacia el desempeño de las jugadoras; los insultos o gritos humillantes, muchas veces normalizados como parte del entorno competitivo, las burlas o comentarios ofensivos sobre el cuerpo, apariencia o vida personal de las jugadoras; y la desvalorización del fútbol femenil.
En el fútbol femenil les gritan cosas vulgares durante los partidos. Los medios de comunicación son los principales promotores que incitan a la gente, le ponen apodos ofensivos a las jugadoras y hacen comentarios que demeritan el trabajo de las jugadoras, además hacen comentarios sobre su cuerpo algo que no hacen con los partidos de los hombres.
ACOSO Y VIOLENCIA SEXUAL
El estudio de la ONU advierte que en el caso del fútbol femenil, múltiples jugadoras han denunciado acoso y violencia sexual por parte de entrenadores, personal técnico, directivos e incluso aficionados.
Asimismo, se han documentado casos en divisiones inferiores y fuerzas básicas, donde entrenadores han ejercido violencia sexual y coerción sobre jugadoras menores de edad, utilizando la promesa de titularidad o continuidad deportiva como forma de manipulación.
Estas situaciones se ven agravadas por la ausencia de protocolos conocidos y efectivos para denunciar, así como por el miedo a represalias y la revictimización que enfrentan las denunciantes.
“Estos tipos de conductas no deseadas representan formas particularmente graves de violencia que, además de vulnerar derechos fundamentales, generan impactos profundos en la salud física y mental de las víctimas, así como en sus trayectorias deportivas”, establece
Canchas y estadios son escenarios frecuentes de violencia verbal y simbólica donde las jugadoras y árbitras son objeto de insultos, burlas, amenazas y expresiones sexistas por parte de aficionados, rivales, entrenadores o incluso compañeros de equipo.
Pero los vestidores o concentraciones son espacios que suelen ser invisibilizados como escenarios de violencia, aunque en ellos se registran dinámicas de control, humillación, acoso sexual y abuso de poder, especialmente por parte de entrenadores y personal técnico.
La violencia en vestidores—advierte la ONU-- incluye prácticas discriminatorias basadas en la apariencia física, orientación sexual y estereotipos de género
REDES SOCIALES, AMBITO DE VIOLENCIA
No obstante, el espacio digital ha emergido como uno de los principales ámbitos de violencia de género contra futbolistas, árbitras, entrenadoras y periodistas deportivas.
“Los ataques incluyen acoso sexual, difusión de discursos de odio, amenazas y extorsiones”, establece
VACIOS EN LA LEY
La Ley General de Cultura Física y Deporte (LGCFD) en México ha incorporado algunos elementos relacionados con la perspectiva de género, aunque con avances limitados y desafíos pendientes en cuanto a su implementación efectiva.
Uno de los mayores vacíos de la LCFD es la falta de medidas específicas para prevenir, atender y sancionar la violencia de género en el deporte.
Tampoco incluye definiciones sobre violencia sexual, acoso, hostigamiento o violencia simbólica en contextos deportivos.
Adicionalmente, tampoco incluye la obligatoriedad de contar con protocolos de acoso, hostigamiento y violencia de género para las instituciones, federaciones y clubes; y no cuenta con medidas para proteger a mujeres y personas de la comunidad LGBTI+ atletas denunciantes, que enfrentan represalias y revictimización.
El estudio establece que integrar la perspectiva de género en la LCFD no implica solo asegurar el acceso igualitario, sino también debería contemplar detectar y erradicar la discriminación estructural contra mujeres, niñas y diversidades sexo-genéricas en todos los niveles del deporte, visibilizar las violencias de género en espacios deportivos, promover acciones afirmativas, garantizar espacios seguros y generar políticas públicas para cerrar la brecha salarial tan profunda en el espacio deportivo.