
El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo enfatizó que el Hospital General Regional (HGR) número 1 “Vicente Guerrero”, es hoy “el hospital público más grande que hay en todo el estado, de Guerrero”.
Ello, luego de que dicho nosocomio registró daños importantes, el 25 de octubre del 2023, ante el embate del huracán Otis, por lo que externó su beneplácito de que el referido hospital ya fue entregado completamente rehabilitado.
Así lo estableció el directivo, en el marco de la Asamblea de Salud Casa por Casa, en el estado de Guerrero, evento encabezado por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien estuvo acompañada de varios integrantes de su gabinete legal y ampliado, así como por la mandataria estatal, Evelyn Salgado.
El director del Seguro Social, Robledo Aburto resaltó que dicho hospital cuenta con más de 500 camas, -350 de hospitalización y más 150 de otros servicios como terapias intensivas-, no obstante, enfatizó, por más camas con las que cuente un hospital “nada va a ser más importante que la prevención ya que por más grande que sea un hospital la prevención siempre le va a ganar porque hay que llegar a tiempo”.
En este sentido, resaltó que muchas veces las personas llegan al hospital, porque las instituciones fueron tarde, de ahí la relevancia del Programa Salud Casa por Casa”.
Cabe recordar que este programa –el cual tendrá cobertura a nivel nacional, estará enfocado en realizar visitas domiciliarias a adultos mayores y personas con algún tipo de discapacidad, sobre todo aquellos quienes tengan algún problema de movilidad, cada dos meses, si la persona se encuentra en un adecuado estado de salud, o cada mes si tiene problemas de salud como pudieran ser diabetes mellitus o hipertensión arterial y requieran estar monitoreados a fin de que sus niveles de glucosa en sangre y de presión arterial se encuentren en niveles adecuados.
Robledo Aburto hizo una referencia y reconocimiento especial a todo el personal de salud, quienes aún en medio de la emergencia por el impacto del fenómeno hidrometeorológico Otis, continuaron en sus labores “a pesar de que se había ido la luz, no había internet, y también eran damnificados, pero nunca dejaron su puesto”.
“También eran damnificados, pero guerreros, al fin como son, siendo guerrerenses y guerreros al mismo tiempo”, eso lo sabemos, subrayó, por esos recorridos que hacen por la montaña y por todas partes para llevar a salud bienestar y mucho por venir a la gente que lo necesita.