
Durante 2024 las entidades con mayor número de denuncias por combustible alterado fueron Ciudad de México, Estado de México y la región del Bajío, de acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
La venta de gasolina adulterada en distintas regiones del país ha generado una serie de fallas mecánicas en motocicletas, situación que representa un riesgo para la seguridad vial, especialmente cuando las unidades se apagan en movimiento o pierden potencia de forma repentina.
La gasolina adulterada, mezclada de manera irregular con solventes, agua u otras sustancias, puede ocasionar obstrucción de filtros e inyectores, daños en bujías, válvulas y pistones, sobrecalentamiento del motor, pérdida súbita de potencia, apagones durante la marcha e incluso riesgo de incendio.
Laura González, directora del Salón Internacional de la Motocicleta México (SIMM), explicó que este tipo de combustible puede generar fallos inesperados en la unidad.
“Obstruye los inyectores y puede apagar la moto de forma repentina. Si esto ocurre durante una marcha o al rebasar, el conductor queda vulnerable a una caída o a ser embestido por otro vehículo”, indicó.
Ante esta situación, se recomienda a los motociclistas prestar atención a señales como jaloneos al acelerar, pérdida de fuerza, dificultad para arrancar tras cargar gasolina, presencia de humo denso u oscuro, olores inusuales en el tanque, disminución en el rendimiento de combustible o el encendido del testigo de advertencia “check engine”.
En caso de detectar alguno de estos signos, se sugiere no continuar la marcha, detener la unidad, llevarla a revisión mecánica y presentar una denuncia ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Para formalizar una queja es necesario conservar el ticket de compra, así como registrar el nombre, dirección, fecha y hora de carga en la estación de servicio correspondiente. Esta información permite a la autoridad realizar verificaciones puntuales.