El coordinador de programas médicos de la División de Prevención y Detección de Enfermedades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), doctor Daniel Baltazar Salazar recordó que en el instituto se llevan a cabo detecciones del virus de la Hepatitis, y se brinda atención integral a personas con el mismo.
En el marco del Día Mundial contra la Hepatitis, que se conmemora este 28 de julio y ante el daño que este virus ocasiona daño en el hígado, por lo que es de suma importancia un diagnóstico temprano, así como mantener un adecuado monitoreo de estos pacientes, en particular para los casos de las hepatitis B y C.
El especialista recordó que acciones tan importantes como la vacunación, uso de condón, higiene en la preparación de alimentos, lavado de manos y uso de agua potable son las principales, para prevenir la hepatitis, padecimiento que provoca la inflamación del hígado y que puede tener su origen por virus, el consumo excesivo del alcohol o enfermedades autoinmunes.
Asimismo, advirtió que no se deben no compartir agujas y ante prácticas estéticas y médicas, utilizar material esterilizado para evitar infecciones.
El especialista en epidemiología explicó que la hepatitis puede afectar a niños y adultos jóvenes, aunque puede presentarse en toda la población.
Los diferentes tipos de la hepatitis
Al respecto, recordó que esta patología tiene 5 tipos, todos con origen viral: hepatitis A, una enfermedad aguda que se adquiere por medio de agua o alimentos contaminados, y para la cual se cuenta con una vacuna; hepatitis B, padecimiento crónico que se contagia por sangre contaminada o en prácticas sexuales, y que igualmente es prevenible con una inmunización.
En el caso de la hepatitis C, aunque reconoció que no se cuenta con una vacuna, sí existe un tratamiento para su cura, el contagio puede darse por contacto con sangre contaminada, prácticas sexuales de riesgo (con varias parejas y sin el uso del preservativo), y por compartir agujas infectadas.
Por lo que se refiere a las hepatitis tipo D y E, señaló que son las menos frecuentes, sin embargo, éstas cuentan con un manejo integral a través del monitoreo constante del paciente para buscar su curación.
El doctor Baltazar Salazar indicó que para la atención de pacientes con hepatitis A, en el Seguro Social se tratan con medidas de sostén: reposo, buena hidratación, alimentación y control de la fiebre, lo que resulta en un buen pronóstico.
Recordó que la vacuna contra la hepatitis A se aplica de manera especial en los niños en las guarderías del Seguro Social, así como a los trabajadores IMSS que manejan alimentos.
Aunque la hepatitis B no tiene cura, sostuvo, es necesario monitorear la infección viral, además de vigilar y controlar al paciente.
La inmunización para hepatitis B se aplica a toda la población, desde menores y complemento de esquemas en la adolescencia y adultez, además de trabajadores de la salud y grupos vulnerables.
Recordó que en fase aguda, los pacientes con hepatitis pueden presentar fiebre, fatiga, dolor abdominal, náuseas, orina de color oscuro y heces blanquecinas, e ictericia (ojos y piel amarillentos).
En la fase crónica, sobre todo en las hepatitis B y C, los síntomas pueden no aparecer, sino hasta que se presenta daño en el hígado que refiere una enfermedad muy avanzada con posibles problemas por cirrosis o cáncer hepático.
El doctor Baltazar Salazar apuntó que, en 2024, en el Instituto Mexicano del Seguro Social se realizaron, mediante una prueba rápida, más de 350 mil detecciones de hepatitis C.