
La presidenta Claudia Sheinbaum vive atrapada en la “ herencia maldita ” de Andrés Manuel López Obrador, al tener que salir todos los días a justificar los escándalos de corrupción, la expansión del crimen organizado y los conflictos con el gobierno de Estados Unidos, sostuvo el coordinador del PRI en el Senado, Manuel Añorve Baños.
“El problema de la presidenta es que no gobierna, administra la maldita herencia de López Obrador: La Barredora, el huachicol fiscal, los hijos del expresidente, Segalmex, los medicamentos de Birmex, el fracaso de las caravanas de salud. Ella carga con problemas que no generó, pero que todos los días la rebasan”, afirmó.
aseveró que la presidenta a Sheinbaum, “tiene muchos fierros en la lumbre” producto de la herencia de corrupción de la pasada administración federal
“Tiene muchos fierros en la lumbre la presidenta y es herencia del expresidente Andrés Manuel López Obrador, y como ellos se han erigido en el segundo piso de la 4T pues tiene que estar haciendo este tipo de aclaraciones diario, porque no terminan los problemas de corrupción”, recalcó
Añorve señaló que casos como el de la diputada de Morena Hilda Brown, acusada por el Departamento del Tesoro de “lavar” dinero, reflejan cómo Sheinbaum “ha tenido que convertirse en tapadera involuntaria” de una cadena de irregularidades que se originaron en Palacio Nacional.
“Cada quien debe asumir su responsabilidad, no la presidenta andar justificando lo injustificable”, subrayó.
El senador priista también calificó de error histórico la estrategia de seguridad de “abrazos, no balazos”, al considerar que institucionalizó la impunidad del crimen organizado.
“Fue arrogancia de López Obrador, una pésima estrategia que le dio carta blanca a los delincuentes y hoy Sheinbaum paga las consecuencias de esa política fallida”, dijo.
Para Añorve, la narrativa de López Obrador lo alcanzó: “Él dijo que había acabado con el huachicol, pero lo que hizo fue institucionalizar el robo desde el poder. Ese es el verdadero legado: una maldita herencia de corrupción que Sheinbaum no puede ocultar”.