
La transformación del rostro ya no es sólo asunto de celebridades o pacientes estéticos: en los últimos años se han multiplicado los casos documentados de criminales que se someten a intervenciones quirúrgicas para modificar rasgos faciales, dentales y capilares con el objetivo explícito de frustrar su identificación por parte de la policía.
El fenómeno reúne una mezcla de medicina estética, tráfico de servicios, corrupción y avances forenses que obligan a las autoridades a actualizar métodos tradicionales de investigación.
¿Qué criminales se han sometido a cirugías plásticas?
Daniel Hernández Montejo, alias “El Prada”
Uno de los casos más recientes en México fue el de Daniel Hernández Montejo, alias “El Prada”, quien en el año 2022 y de acuerdo con una investigación de El Universal, Montejo habría sido declarado como fallecido. Sin embargo, esto resulto una jugarreta, ya que Montejo entró a quirófano para cambiar el aspecto de su rostro y la posición de sus orejas. No obstante, para este integrante del cartel de “La Barredora”, el cambio físico no fue suficiente para huir de la justicia ya que, además, tramitó un pasaporte nuevo ostentando la nueva identidad. Plan que le salió a la perfección, pues por un tiempo logró escabullirse de la autoridad.
Otro de los episodios más difundidos ocurrió en Brasil con Luiz Carlos da Rocha, un capo del narcotráfico que, según las autoridades, recurrió a intervenciones para alterar su rostro y así evadir la captura durante décadas. Da Rocha fue finalmente arrestado en 2017, aunque los investigadores reconocieron que su transformación facial complicó la labor policial.
Kaitlin Armstrong
En Estados Unidos, el caso de Kaitlin Armstrong —condenada por el asesinato de la ciclista Moriah “Mo” Wilson— se volvió emblemático por la manera en que la fugitiva intentó cambiar de apariencia mientras estaba prófuga: tras huir a Costa Rica utilizó cirugía estética, entre otras artimañas, antes de ser capturada por autoridades estadounidenses. El seguimiento del caso mostró cómo la combinación de circuitos médicos internacionales y baja vigilancia puede dar refugio temporal a buscados.
Familia de Amado Carrillo
Otro caso que suscitó especulación, fue el de los miembros de la familia Carrillo, vinculados al Cártel de Juárez, han sido señalados en informes periodísticos como personas que cambiaron nariz, mentón o cejas para dificultar su identificación. El mito sobre la muerte de Amado Carrillo “El Señor de los Cielos” durante una intervención quirúrgica también alimentó la idea de que el quirófano es un refugio o una tapadera para el crimen organizado.
En México hay registros de operativos que interceptaron a presuntos delincuentes justo cuando iban a someterse a cirugías para cambiar su apariencia. En 2016, por ejemplo, medios reportaron la captura de un presunto capo que viajaba para una intervención con la intención de evitar la identificación. Otros episodios más recientes indican que la tendencia persiste y que, ante la demanda, surgen tanto clínicas clandestinas como profesionales que actúan fuera de la ley.
¿Cuáles son las cirugías plásticas más comunes?
Los procedimientos más usados con fines de “ocultamiento” son aquellos que alteran la geometría del rostro: rinoplastia, levantamientos faciales, implantes de mentón o cambios en la mandíbula; junto a esto, modificaciones dentales, blanqueamientos, extracciones o aparatos ortodónticos, y tratamientos capilares. Estas intervenciones alteran proporciones, sombras y contornos que tanto el ojo humano como algoritmos de reconocimiento facial utilizan para identificar a una persona.
La razón por la que algunos fugitivos apuestan a la cirugía es sencilla: el reconocimiento facial (humano o automatizado) se basa en rasgos visibles y proporciones. Cambiando la nariz, la frente, la línea mandibular o la dentadura, se reduce la probabilidad de una coincidencia rápida en una foto o en video.
El uso de la medicina estética como herramienta de ocultamiento plantea dilemas: ¿tiene la clínica la obligación de denunciar a un paciente si éste aparenta buscar cambiar su identidad para evitar un proceso penal? ¿Cómo equilibrar el secreto médico con la prevención de delitos?
En México, la regulación sanitaria —sumada a operativos de procuración de justicia— ha empezado a apuntar contra falsos cirujanos y centros irregulares; pero la magnitud del comercio estético y la movilidad transnacional complican la vigilancia efectiva. Casos recientes de médicos vinculados a procedimientos irregulares o a muertes por cirugías clandestinas han impulsado investigaciones y propuestas de endurecer controles. Por ejemplo, el más reciente caso de la joven de 14 años, Paloma Nicole Arellano, víctima de una negligencia médica por parte de un supuesto cirujano y pareja de su madre, quien le practicó un procedimiento de aumento de senos y este resultó en la fatídica muerte de la menor.
La cirugía para cambiar la apariencia puede comprar tiempo a quien la usa para huir de la justicia, pero rara vez es una vía infalible. Mientras tanto, la historia muestra que la cirugía como artimaña ha dejado tanto detenciones espectaculares como tragedias en quirófanos clandestinos.