
La agencia de espionaje israelí Mossad ha sido señalada en diversas ocasiones de tener presencia en México. Desde asesorías secretas a gobiernos estatales hasta el involucramiento de ex-agentes en casos de corrupción y crimen organizado, el nombre del Mossad aparece una y otra vez en la narrativa sobre la lucha contra el narcotráfico en el país. Pero, ¿Qué hay de cierto y qué forma parte del mito?
La agencia más temida de Israel
Fundado en 1949, es el organismo encargado de operaciones de inteligencia y espionaje en el extranjero. Su historial incluye acciones encubiertas en Medio Oriente y Europa, así como operaciones de alto perfil contra grupos terroristas. Responde directamente al Primer Ministro israelí y junto con el Shin Bet (seguridad interna) y Aman (inteligencia militar), forma parte del aparato de seguridad más influyente del Estado de Israel.
El testimonio de Labastida: “contraté al Mossad”
Uno de los episodios más comentados en México ocurrió en los años ochenta. Francisco Labastida Ochoa, entonces gobernador de Sinaloa, declaró públicamente que contrató a agentes israelíes (a quienes identificó como parte del Mossad) para realizar un diagnóstico sobre la forma de operar de los cárteles en ese estado.
Según su relato, dos especialistas viajaron por unas semanas y concluyeron que los grupos criminales tenían ventajas clave: dinero, armas modernas, redes de corrupción y mejores sistemas de comunicación que las propias autoridades mexicanas.
Exagentes en México: el caso Black Cube
Si bien no hay pruebas abiertas de operaciones oficiales del Mossad en México, sí está documentada la participación de ex-agentes en el sector privado. El ejemplo más notorio es Black Cube, una firma de inteligencia integrada por antiguos miembros de la agencia israelí.
En 2019, la empresa estuvo detrás de filtraciones sobre presunta corrupción en Pemex, relacionadas con la disputa de la compañía Oro Negro. La investigación, publicada en medios internacionales, mostró cómo ex-espías operaron en suelo mexicano en defensa de intereses privados.
¿Israel entrenó a los Zetas? El origen de este grupo paramilitar
El cártel de Los Zetas, uno de los más letales y mortíferos en la historia de México, tuvo su origen en militares de fuerzas especiales del Ejército mexicano que fueron adiestrados por agentes de Estados Unidos, Francia e Israel, de acuerdo a un estudio de la organización estadounidense Foreing Policy Research Institute (FPRI).
A finales de los años noventa, Osiel Cárdenas Guillén, entonces líder del Cártel del Golfo, inició el reclutamiento de desertores del Ejército mexicano, en particular de las fuerzas especiales conocidas como GAFES. Su primer gran fichaje fue el teniente Arturo Guzmán Decenas, quien llevó a unos 30 militares más, atraídos por sueldos mucho mayores a los que recibían en el gobierno. Así nació el grupo que más tarde sería conocido como Los Zetas, encargado inicialmente de brindar protección, pero pronto asumieron funciones como cobro de deudas, control de plazas de cocaína y ejecuciones con brutalidad extrema.

El nuevo brazo armado ganó poder tras la captura de Guzmán Decenas y el ascenso de Heriberto Lazcano, “El Lazca”. Con él al mando, Los Zetas comenzaron a actuar con independencia del Cártel del Golfo. Autoridades de Estados Unidos describieron el cambio con una frase contundente: “El cártel creó al león, pero ahora el león controla al domador.” En poco tiempo, el grupo se convirtió en la fuerza más temida en Tamaulipas y extendió su presencia a estados como Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Tabasco, Quintana Roo y la Ciudad de México, además de operar en Texas y posiblemente en otros puntos de EE. UU.
De acuerdo al estudio del FPRI, el principal activo de Los Zetas fue el entrenamiento militar recibido en su etapa como GAFES. Esta unidad de élite del Ejército fue creada en los años noventa con apoyo de especialistas extranjeros: estadounidenses, franceses e israelíes. Ellos instruyeron a los soldados en despliegues rápidos, asaltos aéreos, puntería, emboscadas, inteligencia, contra-vigilancia, rescate de rehenes y técnicas de intimidación. La ironía es que militares leales de los mismos GAFES terminaron capturando a jefes como Cárdenas Guillén, a quien los desertores habían sido contratados para proteger.
Los Zetas no solo aprovecharon esa formación, sino que la replicaron: establecieron campos de adiestramiento para jóvenes de entre 15 y 18 años, incorporaron a ex policías y hasta sumaron a los kaibiles guatemaltecos, famosos por su brutalidad en la guerra de contrainsurgencia. Su arsenal incluía fusiles AR-15 y AK-47, ametralladoras calibre .50, lanzagranadas, misiles tierra-aire, dinamita y helicópteros, lo que consolidó al grupo como uno de los brazos armados más letales que haya tenido el crimen organizado en México.

¿Mossad y el narco? Entre mito y especulación
En los últimos años han circulado reportes periodísticos sobre supuestos contactos entre cárteles como el de Sinaloa y organizaciones extranjeras, incluyendo a Hamas, con la participación indirecta de servicios de inteligencia. No obstante, ninguna autoridad mexicana o israelí ha confirmado oficialmente esos vínculos.
Especialistas en seguridad advierten que muchas veces se confunden actividades de ex-agentes privados con acciones de inteligencia estatal, alimentando una narrativa que mezcla hechos comprobados con especulación.