La presidenta Claudia Sheinbaum reiteró que la estrategia de seguridad conocida como Guerra contra el narcotráfico, implementada durante los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, “no funcionó” y dejó un país con mayores niveles de violencia. Aseguró que su administración no apostará por la militarización como política central.

Durante su declaración, Sheinbaum acusó a Calderón de haber cometido fraude electoral en 2006 y de haber recurrido a la confrontación directa con los cárteles como un intento de “legitimarse” ante la ciudadanía. En su evaluación, esa estrategia solo agravó la crisis de seguridad.
La mandataria afirmó que “no hay propuesta” por parte de la oposición, pues únicamente señalan la situación del país sin presentar alternativas concretas sobre cómo mejorarla. Recalcó que las ejecuciones extrajudiciales, la justicia por mano propia y la proliferación de grupos de autodefensa no han dado resultados; por el contrario, dijo, lo que sí funciona es fortalecer el sistema judicial, la inteligencia y el estricto apego al marco legal.
Asimismo, Sheinbaum insistió en que se mantendrá cercana al estado de Michoacán y descartó cualquier tipo de intervención de Estados Unidos o la aceptación de propuestas provenientes de los partidos adversarios.
En relación con los hechos violentos ocurridos en Uruapan, la presidenta señaló que la indignación social es comprensible y que las autoridades deben ser sensibles ante el dolor de la población. No obstante, llamó a no utilizar la violencia como herramienta política.
Por último, hizo un exhorto a la oposición para que no aproveche el asesinato de Carlos Manzo con fines de propaganda o ataque al gobierno, argumentando que se debe respetar el duelo por el presidente municipal y evitar el oportunismo político.