
China asestó este martes un durísimo golpe a Boeing, tras ordenar a sus aerolíneas que no acepten más entregas de aviones, en plena guerra arancelaria con Estados Unidos, ya que el gigante asiático es responsable del 25% de todos los pedidos mundiales de la compañía y es (hasta la fecha) el segundo mayor cliente, tras EU. A media mañana, las acciones de Boeing perdían un 1.32% en la bolsa de Nueva York.
Según la agencia Bloomberg, que cita fuentes conocedoras de este tema, Pekín también ha pedido a las aerolíneas chinas que suspendan “cualquier compra de equipos y piezas para aeronaves a empresas estadounidenses”. De esta manera, la mayor constructora de aviones del mundo, con sede en Arlington (Virginia), se pone en la diana de la guerra comercial que desató el republicano, en su creencia que imponiendo un 145% de aranceles a las importaciones chinas iba a lograr que Pekin se someta al chantaje del magnate.
“Curiosamente, se retractó”: Trump
El boicot chino contra Boeing fue reconocido por el propio Trump en un breve mensaje en el que sorprendentemente ha omitido sus habituales insultos y ataques a sus adversarios; o puede que esté reservándose para cuando pase al contraataque.
“Curiosamente, acaban de retractarse del importante acuerdo con Boeing, afirmando que ‘no tomarán posesión’ de los aviones (cubiertos por pedidos firmes)”, declaró Trump en su red Truth Social, en un momento de grandes tensiones entre las dos mayores economías del mundo.
Boeing se salvó de los aranceles durante el anterior episodio de la guerra comercial, en la primera presidencia de Trump (2017-21), pero sus ventas al gigante asiático van en descenso desde 2019.
Además, el boicot chino beneficiará indirectamente a sus dos principales rivales, la europea Airbus y la Commercial Aircraft Corporation of China (COMAC), que busca ganar terreno en el mercado doméstico con apoyo estatal.
Menos competitividad
Por otra parte, los expertos creen que la escalada hará que empresas estadounidenses de todos los sectores (maquinaria, textil, electrónica, electrodomésticos) vean un encarecimiento de las piezas, materias primas e insumos que compran de China, con lo que afrontarán el doble de reto de tener trasladar parte de su producción y el de perder competitividad en el mercado chino.
EU decidió dejar numerosos productos tecnológicos chinos sin gravar, pero Trump dijo el domingo que los aranceles para semiconductores se aplicarán “en un futuro próximo”.
China ha instado a Washington a que cancele “por completo” los gravámenes, aseverando que “nadie gana en una guerra comercial” y que “el proteccionismo no tiene salida”.