La oposición no solo perdió la elección del dos de junio, se descarriló. Ahora, seis meses después, le está costando mucho trabajo encontrar un camino de regreso. Andan, los partidos opositores, como ánimas en pena. Su primer error, uno garrafal, fue perder la elección y salirse del escenario a lamerse sus heridas. Dejaron pasar días, semanas, meses, dejando a los ganadores regodearse en su victoria hasta niveles enfermizos, manoseando la Constitución, triturando al Poder Judicial, desapareciendo a los organismos autónomos, sin que la oposición lograra articular un discurso coherente de las muchas cosas que se están haciendo mal.
En uno de los momentos más álgidos del carnaval legislativo de la aplanadora, a Marko Cortés se le ocurrió ir a pasarse unos días a Europa, lo que mandó a los panistas el mensaje de que su líder andaba en otras cosas. Todos los partidos de oposición se han equivocado, el PRD incluso perdió el registro con lo que el país se quedó sin partidos de izquierda.
En el PRI la estrepitosa derrota le sirvió a Alito Moreno para reelegirse casi las veces que quiera, como si hubiera hilado triunfos históricos. Su gestión al frente del partido es la que ha dejado peores saldos, pero su secta tricolor lo ve como un iluminado al que se debe entregarlo todo, literalmente, todo, comenzando por la voluntad política.
La crisis en el PAN coincidió con el proceso de cambio en la dirigencia nacional que resultó absolutamente anticlimático. La campaña y la votación pasaron de noche para los medios, lo que ya es un síntoma grave, también fue ignorada por simpatizantes y militantes. Ya hay un nuevo dirigente nacional electo, cuya primera responsabilidad será que el PAN de señales de vida. Como muestra del desconcierto imperante, la excandidata presidencial del PAN, Xóchitl Gálvez no quiere saber nada del PAN, sino que ya dijo que quiere formar un nuevo partido diferente a los corruptos de siempre, con lo que escupió para arriba porque ella abanderó a esos partidos, los corruptos de siempre.
Dijo Xóchitl que va por un partido diferente, que rompa con los esquemas tradicionales del sistema político del país, un partido cuyos integrantes tengan vocación de servicio público. “No quiero vivir atacando a Claudia. Mi propuesta es construir un México distinto”, lo cual es algo realmente vago, ya que puede significar cualquier cosa.
El MC no canta mal las rancheras. Sus dos bastiones, Nuevo León y Jalisco, están cada vez más confrontados. Lo más ruidoso ha sido que Máynez levantó la mano para quedarse en el cargo de Dante Delgado, lo que lejos de amainar el enfrentamiento lo recrudece. Jorge representa los intereses de la pareja Samuel-Mariana, de Nuevo León, que lo puso como candidato presidencial. Por si fuera poco, como candidato no mostró ser un gran estratega, lo más recordado es que le gustan las francachelas y a veces se le pasa la mano. Si el MC quiere evitar el rompimiento deberá buscar un candidato o candidata que no se identifique tanto con uno de los grupos en pugna. Sí tiene tela de donde cortar, lo que falta es la voluntad política.
Glifos
Hizo bien la doctora Sheinbaum en pedirle al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, toda la información sobre el secuestro captura y encarcelamiento del Mayo Zambada, líder de una de las fracciones del cartel de Sinaloa que está detenido en Brooklyn, NY. Se tenía que decir y se dijo cara a cara. Biden, que hace maletas, se irá sin añadir nada sustantivo a lo que ya se sabe. Donald Trump regresa a la Casa Blanca dentro de dos meses, y si dice algo sobre el Mayo lo más seguro es que sea mentira, porque su discurso político opera en un contexto de realidades alternas, donde la verdad es prescindible.