Opinión

Sequía política

Protesta por la falta de agua en la Ciudad de México
EL "Gabinete del Agua" busca garantizar que todos los habitantes de la capital tengan acceso al agua, EL "Gabinete del Agua" busca garantizar que todos los habitantes de la capital tengan acceso al agua, (Foto tomada de ciudadanosenred.com.mx)

La falta de agua potable en el Valle de México, particularmente en los municipios de Los Reyes La Paz y Nezahualcóyotl, ha revelado más que una simple deficiencia técnica en el sistema hídrico: ha expuesto la fragilidad de la gestión pública y la incapacidad de las autoridades para garantizar un servicio esencial para miles de ciudadanos.

La decisión de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) de suspender el servicio de agua en la zona centro y oriente de Nezahualcóyotl, a raíz de dos fugas en la línea maestra proveniente del tanque La Caldera, no solo es un indicio de un sistema hídrico deteriorado, sino también de una gestión pública reactiva en lugar de proactiva. Las fugas, que podían haberse evitado con un mantenimiento preventivo adecuado, se convirtieron en una crisis que afectó a decenas de miles de familias que ahora dependen de camiones cisterna para abastecerse de agua potable. Esto plantea una pregunta incómoda para las autoridades: ¿por qué no se invirtió antes en la rehabilitación de una infraestructura clave?

El alcalde de Nezahualcóyotl, Adolfo Cerqueda Rebollo, anunció la intervención de la CAEM y la puesta en marcha de un operativo de abastecimiento de agua mediante pipas. Sin embargo, este tipo de respuestas son solo medidas paliativas que no resuelven el problema de fondo: la gestión inadecuada y la falta de inversión en la infraestructura hídrica. Mientras tanto, las familias afectadas siguen esperando una solución definitiva.

A pesar de que la exigencia ciudadana es siempre al municipio, es difícil hacerle entender al ciudadano enojado y desesperado por no tener agua en meses, que la responsabilidad no es del gobierno de Neza, sino del gobierno mexiquense. Esperemos en el gobierno mexiquense hayan tomado nota de las múltiples manifestaciones por el tema del agua en Neza y Los Reyes, porque cuando los ciudadanos hagan conciencia de los verdaderos responsables, se manifestarán en la capital del Estado de México.

Ahora bien, la crisis de agua no es un fenómeno aislado en el Valle de México, sino que forma parte de un patrón recurrente en muchas regiones del país, donde la gestión del agua se ha vuelto un tema de escaso interés político hasta que ocurre una crisis. En este contexto, resulta pertinente preguntarnos: ¿qué están haciendo nuestros políticos para evitar que situaciones como esta se repitan una y otra vez?

El sistema hídrico en el Valle de México depende de fuentes externas, como el ramal Mixquic-Tlahuac, y de una infraestructura obsoleta que, bajo una adecuada planeación y una asignación eficiente de recursos, podría haberse mantenido en buen estado. Sin embargo, la falta de inversión estatal y federal en el mantenimiento de estos sistemas ha puesto a las autoridades locales ante un escenario de emergencia. Y cuando los políticos se ven forzados a dar respuesta a las crisis, su capacidad de acción está limitada a soluciones temporales, como el uso de pipas, que no resuelven las causas estructurales del problema.

El papel de la CAEM y la Secretaría del Agua del Estado de México es clave. Si bien la reparación de las fugas es urgente, la falta de un plan integral que contemple la renovación de la infraestructura hídrica, la modernización de los pozos y la mejora de la distribución del agua es alarmante. La respuesta del gobierno estatal debe ir más allá de la reparación de emergencias y debe incluir una estrategia a largo plazo que garantice la estabilidad del suministro.

Esperemos pronto hagan algo las autoridades estatales para ayudar a quienes viven en Nezahualcóyotl, de lo contrario, también se irán secando sus posibilidades políticas de seguir gobernando.

Vivo la noticia, para contarle la historia

@juanmapregunta

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