Opinión

Narco terror en Culiacán

Policías en Culiacán CULIACÁN, SINALOA, 15MARZO2025.- Un agente de la Policía Municipal de Culiacán, identificado como Patricio, fue ejecutado con ráfagas de arma larga en su domicilio, que también funcionaba como puesto de venta de pollos asados, en la colonia Progreso, al sur de la ciudad. El ataque ocurrió, cuando un grupo armado irrumpió en el inmueble, ubicado en el bulevar Alfa, entre De las Aves y calle Quinta, y disparó contra el uniformado con fusiles “cuerno de chivo”. La víctima falleció por múltiples impactos de bala en el cuerpo y cráneo, según confirmaron las autoridades. FOTO: JOSÉ BETANZOS ZÁRATE/CUARTOSCURO.COM (José Betanzos Zárate )

Las  fracciones  en pugna  del  Cartel  de  Sinaloa  pierden la  cabeza.  Llegan  a niveles  de  crueldad  pocas  veces  visto,  incluso  en plazas  donde  el  crimen  se  ensaña  de  manera  cotidiana  con  la población. 

La puesta  en  escena  del  terror  desafía  los  adjetivos.  Colgar  de  cabeza  cuerpos  decapitados  quiere  decir  que no  hay  reglas, que  todo  se  vale  y  que  la  batalla  seguirá  hasta  que  quede  solo  uno  en pie. 

¿Qué  más  se puede  calentar  la  plaza?  Ya  hay  ahí  contingentes  de la  Guardia  Nacional  y  del  Ejército,  pero  eso  no  inhibe  a los  matones,  de  hecho, parece  un aliciente  para  llegar  más  lejos, para  mostrarse desalmados, para  irse  hasta  el  último  círculo  del  infierno.  

El país  se  queda  sin  defensa  para  negar  la  presencia  de  narco terroristas  entre  nosotros.  Apanicar  a la  gente,  inhibir  a las  autoridades,  exterminar  a  los  rivales, no  solo matarlos  sino  exhibir  sus  cuerpos  destazados.  Hay  terror  y  la  verdad  es  que  es  francamente  difícil  pensar  en un  castigo  para  los matones.  ¿Algo  así  se paga  con  unos  años  de cárcel?

Son  demasiados años  de  tolerancia y  complicidad  de gobiernos  de  todos los  colores,  hasta  crear  hordas  demoniacas  que  deambulan  por  ahí  sin  temor  de Dios, ni  mucho  menos  de  las  autoridades.  Si  Trump  y  sus halcones  dicen  que  hay  terroristas  entre  nosotros y  que los eliminarán  a  cualquier  costo, incluso  con  drones  artillados  o  fuerzas  especiales, qué podemos  decir  o hacer  para  evitarlo.  

Docenas  de políticos  de  todos  los partidos  dejaron  de  cumplir  con  su  deber, y  las  bandas  de  criminales  crecieron  y alcanzaron  grados  de  maldad  que  cuesta describir. “Tengan sus masacres” se  decía  entre  carcajadas  el  sexenio pasado, mientras  se preparaba una  nueva  visita  al  nido  de víboras.   Ya  hay una  política  diferente, ya no  se promueven  abrazos en lugar  de balazos, pero  la  herencia  de  sangre todavía  va para largo. ¿Cómo llegamos  a  esto? ¿Cómo  salimos  de  esto? 

Glifos

El nombramiento del doctor López Gatell como representante de México ante la OMS es más que un error, es una provocación. La epidemia de Covid fue la tragedia humanitaria más letal que ha padecido el  país desde los tiempos de la Revolución Mexicana. 800 mil compatriotas perdieron la vida. Todos conocimos alguna víctima. No se hizo nunca una investigación oficial sobre lo ocurrido ni del balance del desempeño de las  autoridades  responsables.

Un grupo de científicos del más alto nivel hizo el trabajo que le competía al Estado y llegó a la conclusión de que al menos 300 mil de esas muertes hubieran podido evitarse con un manejo profesional, serio, de la pandemia que enlutó a miles de hogares mexicanos. 

El encargado de instrumentar la estrategia gubernamental, del doctor López-Gatell no solo no rindió cuentas ante la justicia, que era lo básico, sino que ya prepara sus maletas para radicar un tiempo en Suiza. Lo malo de no hacer una evaluación oficial es que no sabemos si hoy estamos mejor preparados o no para enfrentar un reto sanitario de ese nivel. 

A López-Gatell se le acusó de  negligencia criminal, lo que es  muy  grave, y todos lo recordamos saltándose las trancas que puso precisamente la OMS. No usaba cubrebocas, se escapaba a cada rato de vacaciones sin respetar la sana distancia, se sumaba  religiosamente a los disparates de AMLO como el detente y los calditos de pollo. Aunque usted no lo crea el doctor llegó a pensar que le esperaba en el camino la nominación presidencial de Morena. Su arrogancia alcanzó cumbres insospechadas. Y va se va, premiado.

jasaicamacho@yahoo.com

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