
Latinoamérica es diversa, vibrante… y también profundamente desigual cuando se trata de los derechos y la salud de las personas LGBT+. Aunque los colores del arcoíris han ganado espacio en leyes, campañas y hasta en el corazón de algunas instituciones, vivir con orgullo sigue siendo un reto dependiendo del país donde nazcas.
México es uno de los países más progresistas en América Latina en cuanto a derechos LGBT+. Tiene matrimonio igualitario en todo el país, reformas legales en camino y campañas institucionales contra la discriminación. Pero mientras la ley avanza, la vida real no siempre va al mismo ritmo.
La comunidad LGBT+ mexicana aún vive en carne propia el estigma, la violencia y un sistema que, aunque dice ser incluyente, muchas veces no lo es. ¿Qué tan seguro es hoy ser LGBT+ en México? La respuesta no es simple… pero sí urgente.

México ha dado pasos importantes para reconocer los derechos de la comunidad LGBT+, desde el matrimonio igualitario hasta reformas legales para proteger la identidad de género. Sin embargo, los datos más recientes del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y de organismos de salud revelan una verdad más compleja: la ley no siempre se traduce en inclusión real.
Hoy, millones de mexicanas y mexicanos LGBT+ enfrentan obstáculos diarios para ejercer sus derechos más básicos. ¿Dónde estamos realmente? Aquí te lo contamos.

Mucho en papel, pocas acciones en la vida real
Desde 2022, el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en todo el país, y se han reformado múltiples leyes federales y estatales para evitar discriminación por orientación sexual o identidad de género. Incluso instituciones como el IMSS y el ISSSTE ya reconocen el derecho de afiliación a parejas del mismo sexo.
Pero el artículo 1° de la Constitución todavía usa el término ambiguo de “preferencias sexuales” en lugar de reconocer explícitamente la orientación sexual, identidad de género, expresión de género y características sexuales como causas prohibidas de discriminación. Una omisión que, aunque parezca técnica, tiene implicaciones enormes.
Además, la mayoría de los crímenes de odio por LGBTfobia siguen sin tipificarse adecuadamente, lo que impide sanciones claras y fomenta la impunidad.
Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2022, 3.6 % de las personas mayores de 18 años en México se identifican con una orientación o identidad de género no normativa. Es decir, unas 3.3 millones de personas.
- 2.3 millones declaran tener una orientación sexual no heterosexual.
- 1.3 millones reportan una identidad de género distinta a hombre o mujer cisgénero.
- Y aunque los números parecen bajos, el estigma social probablemente impide que muchas más personas se reconozcan abiertamente.

Discriminación estructural: en la casa, en el trabajo y hasta en la calle
Los prejuicios están tan arraigados que se vuelven casi invisibles. De acuerdo con Conapred:
- 92 % de las personas LGBT+ ocultaron su identidad a su familia.
- 87.8 % vivieron burlas o acoso en la escuela.
- 53.8 % escucharon comentarios negativos en el trabajo.
- 76.6 % evita mostrar afecto en público por miedo.
Y lo más alarmante: 1 de cada 2 personas LGBT+ ha tenido pensamientos suicidas. 1 de cada 5 lo ha intentado.

Ir al médico también da miedo
Aunque existe un protocolo oficial para garantizar atención médica sin discriminación, el estigma sigue presente en las consultas. Un dato preocupante: el 23 % del personal de salud en México aún cree que la homosexualidad es causa del VIH.
Esto se traduce en diagnósticos tardíos, negación de servicios y un miedo generalizado a buscar atención. La falta de formación en temas de diversidad sexual y de género sigue siendo uno de los grandes pendientes del sistema de salud.
Por lo que este sector también tiende a sufrir de discriminación en centros de salud y hospitales públicos y privados.
Niñez y juventudes LGBT+
Uno de los focos prioritarios que destaca Conapred es la urgencia de prevenir el suicidio entre niñas, niños y adolescentes LGBT+, quienes enfrentan acoso, rechazo familiar y silencio institucional.
También es fundamental reformar leyes para garantizar trámites administrativos simples y sin discriminación para el reconocimiento legal de la identidad de género, algo que aún depende del estado donde se viva.

Según estimaciones del INEGI y la UNAM, en México hay más de 345 mil hogares conformados por parejas del mismo sexo, y más del 65 % de ellos tiene hijos o hijas. Aun así, estas familias enfrentan obstáculos para acceder a derechos básicos como salud, seguridad social o pensiones.
Entre 2017 y 2021 se registraron al menos 461 asesinatos de personas LGBT+ en México por motivos relacionados con su identidad u orientación sexual, lo que equivale a 6.5 crímenes de odio al mes. Y aunque hay protocolos judiciales, el miedo a denunciar y la falta de tipificación penal siguen dejando a muchas víctimas sin justicia.
El orgullo se vive, se defiende, pero también se legisla. Y también se cuida, se acompaña y se escucha. En México, aún hay mucho por hacer, pero la voz de la diversidad suena cada vez más fuerte en pleno 2025.
Con información de la Conapred y la Encuesta Nacional sobre Discriminación.